Grifols ha elaborado un plan de choque con el objetivo de reducir sus costes y hacer frente así a la elevada deuda del grupo, que a cierre del tercer trimestre de 2022 alcanzaba la cifra de 9.380 millones de euros. La farmacéutica espera alcanzar un ahorro de costes anualizado de, aproximadamente, 400 millones de euros en relación con los costes comparables del año 2022. La reacción en bolsa ha sido inmediata con subidas de hasta el 14% en la jornada de este jueves.
La medida principal comunicada por la compañía será prescindir de 2.300 personas, un 8,5% de la plantilla que tiene la farmacéutica catalana a nivel mundial. La mayoría de los despidos se concentrarán en Estados Unidos, donde la compañía ha estimado 2.200 despidos, y estarán concentrados en el negocio del plasma en el país americano. El resto, cien personas, serán de la estructura que tiene la firma en España, lo que significa un 2,4% del total de empleados en el país.
Los despidos irán acompañados de cambios en la estructura de Grifols en Estados Unidos. El objetivo, dicen desde la farmacéutica, es "crear la plataforma de obtención de plasma más eficiente, accesible para los donantes, moderna y fiable del mundo". Esto conllevará el cierre de varios centros de obtención de la principal materia prima de la empresa catalana. Según ha podido saber este medio, 18 ya se cerraron en el último trimestre de 2022 y durante el primer semestre de este ejercicio se llevarán a cabo más, si bien la compañía no ha querido desvelar el número.
También se llevará a cabo una racionalización de las funciones ejecutivas. De hecho, es en esta parte donde se resentirá la plantilla en España. "Se llevarán a cabo diversas iniciativas, incluyendo la centralización y automatización de flujos de trabajo, la implantación de servicios compartidos en las áreas de negocio, la consolidación de proveedores, la simplificación de las estructuras de reporte y la eliminación de funciones y puestos duplicados, entre otras. Estas iniciativas afectarán a cerca de 300 personas, la mayoría de ellas en Estados Unidos y, aproximadamente, un tercio en España", relata la compañía catalana.
Impacto en 2024
El objetivo de ahorro de 400 millones de euros anualizados no se notará en las cuentas hasta el año 2024. Con todo, desde la compañía confían en que en 2023 se vea un impacto. "Se espera que la mayor parte de las medidas estén ya implementadas en el cuarto trimestre de 2023. Sin embargo, debido al tratamiento contable de los inventarios y al calendario de implementación, la mayor parte del ahorro de costes anualizado se verá reflejado en la cuenta de resultados de 2024, si bien se espera un impacto de 100 millones de euros de ahorro en la cuenta de resultados de 2023", afirman desde la farmacéutica.
El coste de las medidas que llevará a cabo Grifols será de 140 millones de euros. Este cargo, que será devengado en el primer trimestre de 2023, incluye principalmente indemnizaciones por despido, honorarios de asesoramiento y consultoría y otras actividades relacionadas.
Esta es la primera medida de calado que toma el nuevo presidente ejecutivo de la compañía, Steven Mayer. Cuando llegó hace cinco meses, se le encomendó la tarea de reducir la deuda de la empresa. De hecho, y atendiendo a los resultados cosechados a cierre de 2021, la cifra de ahorro de 400 millones representa el 8,1% de las ventas de la farmacéutica. "Estas medidas son necesarias no sólo para mejorar nuestro desempeño financiero, sino para ser una organización más ágil, resolutiva y eficaz. Además, esto nos permitirá ganar competitividad", explica Mayer. Por otro lado, Grifols también sigue evaluando alternativas transaccionales para reducir el endeudamiento. Eso sí, "la compañía no hará ningún comentario sobre este proceso o sobre las alternativas que se pudieran están considerando".
