La llegada del verano implica el regreso de moscas y mosquitos y, a su vez, de las picaduras. Estos bultos rojizos, por lo general, provocan picor y molestias, pero pueden llegar a desencadenar dolor, inflamación o infecciones. Y en los peores casos, pueden contagiar graves enfermedades infecciosas, entre las que destacan el dengue, el zika, el chikunguña, la fiebre amarilla y la fiebre del Nilo Occidental.
Sabemos que los molestos insectos necesitan agua para reproducirse, por lo que si evitamos tener agua acumulada en nuestros espacios abiertos evitaremos su propagación. Pero esta medida, por sí sola, no será suficiente para ahuyentarlos. Para ello existen otras soluciones, como el uso de mosquiteras o repelentes.
Existen en el mercado multitud de productos industriales destinados a repeler tanto a moscas como a mosquitos, como sprays, enchufes o velas. Sin embargo, son menos conocidos algunos métodos caseros para combatir la presencia de estos dípteros. Algunos servirán para espantarlos, mientras que otros servirán para atraerlos y acabar con ellos.
Remedios caseros
- Existen varias plantas cuyo aroma no agrada a estos insectos. Una de ellas es el eucalipto, por lo que una infusión a base de sus hojas puede repelerlos.
- También es de utilidad colocar cerca de las ventanas algunas plantas, como albahaca, la menta o la citronela.
- Del mismo modo, sirve de ayuda colocar un recipiente con vinagre, aunque su fuerte olor podría no solo ahuyentar a los insectos.
- Uno de los remedios caseros más populares consiste en incrustar clavos de olor en la mitad de un limón.
- Si disponemos de manzanilla en casa (de la que se emplea para realizar infusiones), rociar las partes de nuestro cuerpo más expuestas ayudará a que los mosquitos no se acerquen.
- Un efecto parecido al que puede provocar la lavanda (mezclando aceite de lavanda con crema hidratante para la piel) o la almendra (mezclando aceite de almendra, esencia de geranio y esencia de albahaca), entre otros.
- Por último, existe una fórmula para hacer un antimosquitos casero de forma extremadamente sencilla. Esta consiste emulsionar agua con azúcar (en el fuego o en una vitrocerámica), dejarlo enfriar y añadirle, sin mezclar, levadura. Esta mezcla servirá como trampa para mantener a los mosquitos a raya.