Cada verano se libra la misma lucha en los hogares con el objetivo de eliminar o ahuyentar a los mosquitos y, así, evitar sus molestas picaduras.
Para ello, el mercado ofrece un amplio abanico de respuestas en forma de diferentes productos: insecticidas, repelentes, aislantes o diversos aparatos. No obstante, no todos tienen la misma eficacia.
Según una encuesta elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a más de 1.400 personas, el producto más empleado en los hogares son las mosquiteras (por el 42 %), seguido de enchufes antimosquitos (36 %) y espray antimosquitos (22 %). Por contra, los mismos encuestados confían menos en las velas de citronela (16 %), en los repelentes en crema o en lociones (15 %), en los repelentes por ultrasonidos (6 %) y en las lámparas ultravioletas (5 %). ¿Quiere decir esto que los usuarios están en lo correcto?
Repelentes e insecticidas, sí
Para la organización, "la mejor manera de combatir a los mosquitos en el interior es recurrir a un producto insecticida, ya sea un espray o aerosol, o un enchufe difusor". Estos son rápidos y efectivos, pero conllevan algunas precauciones debido a que sus principios activos (piretroides) son tóxicos. Por ello, al usarlos es importante mantener la estancia cerrada mientras actúan. Además, conviene evitarlos en presencia de bebés.
En cambio, en espacios exteriores "la mejor alternativa es un un repelente, ya que consigue desorientar a los mosquitos", defiende la organización.
En función del principio activo que incorpore y de su concentración, serán más o menos eficaces. Así, el DEET (N,N-dietil-m-toluamida) y la Icaridina son los más eficaces, seguidos del Citriodiol o el PMD, pero no es recomendable aplicarlos sobre la piel de niños menores de dos años por su posible toxicidad. En cambio, otros principios activos, como el IR 3535 (Butilacetilaminopropionato de etilo) y los aceites esenciales (como el geraniol y la citronela) son menos eficaces, aunque también son menos tóxicos.
Y sobre las pulseras repelentes, OCU advierte que la escasa superficie de la pulsera limita su radio de acción, por lo que no las considera buena opción.
"Otra opción interesante y nada tóxica es un ventilador potente, sea de techo o de pie, sobre todo durante las horas de sueño en verano, ya que dispersa el CO2 de la respiración y las sustancias liberadas por la piel, que son los principales focos de atracción de los mosquitos". Según estudios aludidos por OCU, los ventiladores reducen entre un 45 % y un 60 % las picaduras.
Ultrasonidos y ultravioletas, no
Hasta aquí los productos con más o menos eficacia. Sin embargo, para la organización no tiene ninguna eficacia recurrir a aparatos de ultrasonidos. Tampoco a lámparas ultravioletas, ya que "los mosquitos no se sienten atraídos por la luz, sino por el CO2 de la respiración y las sustancias liberadas por la piel", concluye.