
El Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria está utilizando el implante de prótesis de pene como una solución eficaz y segura para la disfunción eréctil. Esta operación, considerada de gran complejidad, busca restaurar la capacidad de conseguir y mantener una erección en pacientes que no han respondido a otros tratamientos. El Servicio de Urología del centro hospitalario ha destacado que esta cirugía ha demostrado ser efectiva en la mayoría de los casos intervenidos.
La disfunción eréctil es la incapacidad persistente de lograr una erección suficiente para mantener relaciones sexuales satisfactorias. Aunque se trata de un trastorno benigno, puede afectar significativamente la salud física y psicosocial de quienes lo sufren. En España, se estima que el 19% de los hombres entre 25 y 70 años padece esta patología, lo que representa a casi 2 millones de personas.
¿Cómo funciona la prótesis de pene?
La intervención quirúrgica consiste en sustituir los cuerpos cavernosos del pene por un dispositivo protésico. Este implante consta de tres partes principales:
- Un reservorio con líquido, que se coloca en la cavidad abdominal.
- Dos cilindros, que se conectan internamente desde el reservorio hasta el pene.
- Una bomba, situada en el escroto, que permite al paciente activar el dispositivo.
El funcionamiento es sencillo: el paciente presiona un botón para que el líquido del reservorio fluya hacia los cilindros, provocando una erección. Al finalizar, el líquido vuelve al reservorio, devolviendo el pene a su estado de flacidez.
Perfil del paciente y consideraciones clave
Este tratamiento está recomendado para hombres, tanto jóvenes como mayores, que padecen disfunción eréctil y que no han obtenido resultados con otros métodos, como los tratamientos farmacológicos. El jefe del Servicio de Urología, Alberto Pérez-Lanzac, explica que la prótesis "recupera la normal erección en los pacientes", pero es importante recalcar que no aumenta el deseo sexual ni la sensibilidad. Por tanto, la eyaculación y el orgasmo no se ven afectados por el implante.
Tras la cirugía, el paciente permanece ingresado unos días para que el especialista le enseñe a manejar el dispositivo. En pocas semanas, podrá retomar su vida cotidiana y mantener relaciones sexuales de forma satisfactoria. Antes de la intervención, es crucial que el equipo médico realice un examen urológico completo y le explique detalladamente al paciente las ventajas e inconvenientes de la operación.