
Un estudio elaborado por investigadores del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas señala que hacer ayuno en ciclos de 24 horas durante unos seis meses aumenta el deseo sexual en ratones macho, ya que reduce la concentración cerebral del neurotransmisor serotonina, según publica la revista Cell Metabolism.
Los expertos señalan como una de las causas principales una deficiencia inducida por la dieta del triptófano, un aminoácido que debe obtenerse a través de los alimentos. Estos hallazgos se han logrado gracias a una serie de experimentos con ratones, sin embargo, sugieren que también podría presentar mecanismos similares los humanos, pudiendo utilizarse para combatir la pérdida de deseo sexual.
"Nos interesan los efectos del ayuno en el envejecimiento. Utilizando ratones como modelo, investigamos los mecanismos biológicos subyacentes. Nuestro objetivo es obtener información que también pueda ser relevante para los humanos", indica el doctor Dan Ehninger, líder del grupo de investigación.
Un hallazgo fortuito
Este descubrimiento se ha producido de una forma totalmente fortuito, puesto que tanto Ehninger como sus compañeros se habían propuesto examinar cómo el ayuno afecta a la descendencia de los ratones macho. Sin embargo, gracias a este estudio los ratones machos de edad avanzada que habían ayunado durante períodos prolongados produjeron un número inusualmente grande de crías.
"Fue un poco de trabajo detectivesco descubrir la verdadera causa", reflexionan los investigadores. "Finalmente, nos dimos cuenta de que era una cuestión de comportamiento. Los machos en ayunas tuvieron significativamente más contactos sexuales que los ratones que podían comer libremente. En otras palabras, estos animales tuvieron una frecuencia de apareamiento inusualmente alta y, como resultado, un número inusualmente alto de crías para su edad. Su comportamiento de apareamiento compensó con creces las limitaciones fisiológicas propias de la edad", señalan.
Resultados con un mínimo de seis semanas
Además de en ratones mayores, también se dio un aumento de la conducta de apareamiento en ratones más jóvenes, si bien, los resultados solo se dieron cuando el ayuno intermitente de 24 horas se lleva a cabo con una duración de un mínimo de seis semanas hasta seis meses.
Según Ehninger, es muy fácil que el ayuno pueda influir en el deseo sexual de humanos, tanto en hombres como en mujeres, ya que la serotonina también afecta a su libido, si bien, existen pocos estudios al respecto por ahora. "En mi opinión, tendría sentido investigar esto con más detalle. Veo potencial para una aplicación terapéutica. La falta de deseo sexual no se percibe necesariamente como un problema, pero algunas personas lo padecen", reconoce.
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