
Cada vez es más común oír hablar a la gente sobre el colágeno, y aunque lo primero que nos viene a la cabeza es un calentito caldo de huesos, existen otras formas de poder consumirlo. El ejemplo perfecto es la gelatina, una alternativa ideal para el verano, ya que es mucho más refrescante y ligera.
La gelatina, además de ser fácil de preparar, cuenta con un ingrediente llamado grenetina, un derivado de los cartílagos, que es el que le proporciona la cantidad de colágeno al cuerpo.
Cómo preparar gelatina de colágeno
Al contrario que de lo que sucede con la elaboración del caldo de huesos, para la que necesitamos largas horas en la cocina, esta opción es ideal para cuando no disponemos de tanto tiempo o simplemente buscamos algo más sencillo.
La gelatina se alza como una solución ideal para mantener la elasticidad de la piel, disminuir las arrugas y fortalecer las articulaciones, sobre todo a partir de los 30, cuando la producción de colágeno va disminuyendo.
Además, gracias a las flores secas de hibisco, esta gelatina es rica en antioxidantes y contribuye a la eliminación de la inflamación.
Ingredientes:
- 1 taza de flor de hibisco seca
- 2 ramas de canela
- 2 hojas de laurel
- 4 sobres de gelatina (28 gramos aproximadamente)
- 3 cucharadas de chía en remojo
- Endulzante al gusto
- 1 litro de agua
El paso a paso:
- En una olla, pon a hervir el agua junto con las flores de hibisco, la canela y el laurel. Cocina a fuego medio durante unos 10 minutos para obtener una infusión concentrada.
- Cuela los ingredientes sólidos y deja enfriar la infusión.
- En un tazón, coloca 4 cucharadas de agua fría e hidrata la gelatina. Deja reposar durante 5 minutos hasta que se esponje. Más tarde, derrítela en el microondas.
- Agrega la gelatina a la infusión y endulza al gusto. Incorpora también las semillas de chía.
- Vierte la mezcla en un molde para gelatina y deja enfriar durante al menos 4 horas.