Ni inflamatorios ni malos para la digestión: estos son las mentiras que todavía crees de algunos alimentos

Cada vez existe una mayor preocupación por una alimentación equilibrada y saludable, puesto que esta es la base para la prevención de afecciones de todo tipo. En esta línea, muchas personas optan por eliminar ciertos alimentos o nutrientes, algo que en realidad puede ser contraproducente.

Tal y como explica el portal We Life, uno de los ejemplos más claros de ello es la eliminación del gluten y los lácteos. "En consulta veo pacientes que eliminan el gluten o los lácteos guiados por redes sociales, sin un diagnóstico. Esto puede acarrear problemas nutricionales", afirma la nutricionista Cristina Capella.

Sin gluten ni lactosa

En este sentido, la experta advierte que "no existen alimentos buenos o malos en sí, sino contextos y personas distintas". Por ello, lo ideal no es prohibir, sino personalizar en función de cada uno. Uno de los mitos más extendidos es el que afirma que el gluten puede dar lugar a inflamación y por ello es mejor que se elimine de la dieta.

Esta es una idea errónea, puesto que en el caso de que no se trate de una persona con sensibilidad o intolerancia al gluten, renunciar a alimentos ricos en gluten implica eliminar también fibra, minerales y vitaminas.

Beneficios de los lácteos

Los lácteos también han sido caracterizados como inflamatorios, pero todo depende del tipo de lácteo. A pesar de que existen algunos que se digieren mejor que otros, la realidad es que en general son una fuente de proteínas de alta calidad y minerales, especialmente el yogur natural o el kéfir.

La clave, por tanto, reside en observar cómo ciertos alimentos sientan a nuestro cuerpo y siempre consultar a un especialista en nutrición antes de incluir cualquier modificación en la dieta.