
El cáncer de colon es uno de los tipos de tumores más frecuentes en España, presentando una mayor incidencia en hombres que en mujeres. Esta enfermedad afecta al intestino grueso, en la parte final del aparato digestivo, con síntomas en muchas ocasiones inespecíficos, aunque normalmente con molestias digestivas.
Uno de los puntos "positivos" de este tipo de cáncer es que los factores de riesgo asociados a este son mayoritariamente evitables, es decir, la adopción de conductas saludables podría disminuir el riesgo de padecer esta enfermedad. Entre estas destaca evitar el consumo de tabaco y alcohol, realizar una dieta saludable con abundantes frutas y verduras, así como alimentos ricos en fibra. La práctica habitual de deporte es fundamental para evitar el sobrepeso y la obesidad.
Más allá de una alimentación sana y equilibrada en general, determinados alimentos son particularmente beneficiosos para prevenir el cáncer de colon. Este es el caso de los arándanos, concretamente del zumo de arándano, puesto que además de tener beneficios en la salud intestinal, también actúa como prebiótico, según explica el médico británico Karan Rajan.
Contra el estrés oxidativo
Los arándanos también tienen un alto contenido en polifenoles, que le dan ese característico color. "Al beber jugo de arándanos rojos, obtienes una dosis de uno de los nutrientes más beneficiosos que puedes encontrar en cualquier dieta", afirma Rajan. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo, previniendo también enfermedades cardiovasculares, trastornos autoinmunes y ciertos tipos de cáncer, como el caso del colorrectal.
Cabe destacar, que al igual que cualquier otro zumo, puede contener una gran cantidad de azúcares, incrementando los niveles de glucosa en sangre. Es por ello que se recomienda un consumo moderado, con el fin de no contrarrestar el efecto deseado.
En cualquier caso, los expertos recomiendan limitar el consumo de carne roja y procesada. Según algunas investigaciones, aproximadamente el 25% de los cánceres de colon tienen que ver con la alimentación, concretamente con el consumo de estas carnes. Además, cada día existe mayor evidencia científica que vincula el consumo de estos alimentos con otros cánceres como el de estómago o el de páncreas.
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