El desayuno que recomiendan los médicos si quieres perder peso sin pasar hambre

El desayuno, si bien puede que no sea la comida más importante del día, la realidad es que es la primera comida que ingerimos después de una larga noche, de ahí que sea imprescindible que sea lo más sano y equilibrado posible. De hecho, una de las prácticas habituales de muchas personas que buscan perder peso es saltarse esta comida, lo cual es un error muy común.

En términos generales, el desayuno debe aportar unas 500 calorías, es decir, el 25% del total de calorías del día. Además, es muy importante que elijas bien de qué está compuesto, evitando en cualquier caso los ultraprocesados, las grasas saturadas y los azúcares refinados, mayoritariamente. Priorizando las frutas, proteínas y los carbohidratos integrales o la avena.

En cuanto a las grasas, es recomendable priorizar las grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra o el aguacate. En el terreno de las proteínas, los huevos, el jamón serrano, el salmón marinado o el pavo bajo en sal y grasas son las mejores opciones. Si eres de esas personas que necesitan algún estimulante a primera hora de la mañana, un café al día o el té rojo o verde puede ser la mejor alternativa.

Qué eliminar

Otros de los alimentos que es recomendable eliminar del desayuno, más allá de los azúcares, son los excesivamente fríos, puesto que dificultan los procesos digestivos por la mañana. En cualquier caso, resulta clave incorporar una pieza de fruta entera en el desayuno y si es junto con otros lácteos desnatados, aún mejor, puesto que refuerza las funciones cerebrales y favorece la concentración y la memoria.

La cantidad de alimentos que se ingieren también es muy relevante, puesto que existen algunos estudios que sugieren que las personas que comen demasiado o demasiado poco por la mañana presentan niveles más elevados de grasas en la sangre, consideradas un factor de riesgo para algunas enfermedades del corazón.

En definitiva, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una dieta saludable contribuye a la prevención de enfermedades como la diabetes e, incluso, el cáncer. Unos hábitos alimentarios sanos comienzan ya en los primeros años de vida y han de combinarse siempre con la práctica habitual de actividad física, con el fin de prevenir el sobrepeso o la obesidad.