
En España, no hay festividad o época del año que se precie que no tenga su comida típica: Navidad, con los polvorones y turrones; el verano, con el gazpacho, o la Semana Santa con las torrijas. No obstante, más allá de las torrijas, otro de los platos más conocidos de esta época del año es el potaje de vigilia, una de las recetas más antiguas y más saludables de las festividades.
El origen de este plato se remonta ya a la Edad Media y solía comerse especialmente el viernes de Cuaresma, puesto que se trata de una comida que no tiene carne, por lo que de esta manera se seguían los preceptos religiosos que prohibían comer carne los viernes. La mayor popularización de este se dio cuando las salazones, como el bacalao, tuvieron mayor auge en la Península, puesto que era la mejor forma de conservar el pescado.
Propiedades
"Es un guiso bastante purista, apenas ha sufrido modificaciones", indica Pepa Muñoz, presidenta de la federación de cocineros y reposteros de España (FACYRE) a EFE. Y es que se trata de un plato altamente saludable, puesto que sus tres principales ingredientes son el bacalao, las espinacas y los garbanzos:
- Garbanzos: contienen todos los aminoácidos y tienen un alto contenido en fibra. Entre sus vitaminas destacan la B1, B2,B9, C, E y K.
- Espinacas: fuente de nutrientes esenciales como el caroteno (precursor de la vitamina A), el ácido ascórbico y minerales como el hierro, el calcio, el potasio, el magnesio y el manganeso. También presentan vitamina C, E y ácido fólico.
- Bacalao: es uno de los pescados con menor índice de grasa y que aporta gran cantidad de omega-3, por lo que es ideal para reducir el colesterol. Es también rico en zinc, fósforo, proteínas, selenio y vitamina D.
"El potaje de vigilia es un plato con un ADN emocional brutal. El potaje me sabe a familia, me sabe a abuelos y a padres, a largas sobremesas al calor del brasero", cuenta Muñoz. Si bien se trata de un plato típico de este momento, la realidad es que en muchos casos se consume todo el año.
Receta del potaje de vigilia
Ingredientes:
- Un manojo de espinacas.
- 300 gramos de bacalao.
- 300 gramos de garbanzos.
- Ajo.
- Laurel
- Cebolla.
- Tomate
- Dos huevos.
- 1/2 litro de caldo de pescado.
- Aceite de oliva.
- Pimentón dulce.
- Sal
Preparación:
- Poner a hervir el caldo de pescado y añadir los garbanzos (previamente puestos en remojo la noche anterior), dientes de ajo, el laurel y dejar cocer durante unas dos horas.
- Trocear el tomate y sofreír con la cebolla y otro diente de ajo. Cuando esté listo, añadir el pimentón y retirar del fuego.
- Triturar todo el sofrito y añadirlo a los garbanzos, dejándolo cocer todo durante unos pocos minutos. Posteriormente, añadir las espinacas y el bacalao y dejar cocer otros 5 minutos más. Incorporar la sal al gusto.
- Cocer los huevos y cortarlos en cuadraditos y añadirlos una vez se haya emplatado el guiso.
Nota: si se quiere un guiso más líquido, se puede añadir más caldo o agua, en cambio, si se pretende un plato algo más espeso, se puede dejar más tiempo al fuego o retirar un puñado de garbanzos, triturarlos y añadirlos a la olla.
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