
El aloe vera es una de las plantas más comunes en los hogares y tradicionalmente se conoce por sus propiedades hidratantes y cicatrizantes utilizadas en el mundo de la cosmética. Aunque es popular por su aplicación de forma externa sobre la piel, pocas personas saben que también tiene un gran valor nutricional.
Si se pretende ingerir esta planta, lo mejor es consumir la parte gelatinosa y algo amarillenta de su interior, la cual es precisamente la que más propiedades alberga. Cabe destacar que esta parte no puede consumirse de forma directa, ya que previamente ha de limpiarse de forma correcta, lavando bien la pulpa hasta que quede totalmente transparente, de lo contrario, podría ocasionar algunos problemas digestivos.
A partir de los tres años
Con el fin de aprovechar todos los beneficios de esta planta, lo ideal es consumirla cuando tenga, al menos, tres años, ya que es cuando se encuentra en su fase de madurez y las propiedades están más desarrolladas. El aloe vera es una fuente de minerales como el magnesio, potasio, sodio, calcio, fósforo, cobre, zinc o hierro. Además, también contiene vitaminas como la E, C y vitaminas del grupo B, así como ácido fólico.
Su gran aporte de fibra contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo, combatiendo el estreñimiento. Cabe destacar que contiene un alto contenido en una sustancia llamada aloína, que puede tener efectos laxantes, de ahí que sea recomendable no superar las dosis recomendadas. Por otra parte, se trata de una planta antiinflamatoria —por su contenido en vitamina C- y también ayuda a reforzar el sistema inmunitario, estimulando la producción de glóbulos blancos.
¿Cómo se consume?
Aunque las formas de comer esta planta son muy variadas, es posible comer directamente la planta (previamente lavada) o bien en zumos. Si se toma en ayunas puede contribuir a la limpieza del sistema digestivo, si bien, se trata de un complemento más de cualquier dieta, la cual no puede ser sustitutivo de ningún alimento.
Un delicioso batido de aloe vera puede contribuir de forma significativa también a la limpieza del hígado. Para ello, serán necesarias un par de hojas de aloe vera, el zumo de un limón, una rama de menta lavada, una cucharadita de cúrcuma y medio litro de agua. Después de batir todo junto durante unos minutos puede disfrutarse de un delicioso batido lleno de nutrientes.
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