A la hora de mantener los huesos sanos, que es probablemente uno de los objetivos de muchos españoles y españolas para este 2025, es común que salga a la luz la vitamina D, que ayuda al organismo a absorber el calcio necesario para fortalecer el esqueleto.
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Eso sí, pese a que continúa siendo el elegido por las personas -sobre todo de avanzada edad- en la actualidad, los expertos han desvelado en los últimos meses otras vitaminas para proteger contra las fracturas y la osteoporosis, la enfermedad que debilita los huesos.
De hecho, en un artículo en el que se revisaban exhaustivamente estudios de laboratorio y observacionales, así como un gran número de ensayos clínicos en humanos, ha revelado pruebas decisivas que hacen hincapié en la importancia de las vitaminas A, B, C, E y K.
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Y no es para menos. A continuación, las razones:
- Vitamina A. Es determinante para la formación inicial del tejido óseo y su posterior remodelación. Se puede encontrar en alimentos como zanahorias, verduras de hoja verde y leche enriquecida.
- Vitamina B. En concreto, las vitaminas B6, B9 y B12, presentes en el salmón, la carne vacuna, el atún, los garbanzos y los productos lácteos. Son vitales para la estructura del colágeno, componente básico del hueso.
- Vitamina C. Es útil para la reconstrucción ósea y porque reduce el riesgo de fracturas de cadera. Se puede apreciar en cítricos, tomates...
- Vitamina E. Influye en las proteínas celulares que controlan la descomposición y formación del hueso, y actúa como antioxidante. Está presente en almendras, espinacas y semillas de girasol, entre otros.
- Vitamina K. Es crucial para la mineralización de los huesos y facilita la fijación del calcio necesario. Es habitual en verduras de hoja verde, kiwi y soja.