
El ñame, como bien todos sabemos, es un tubérculo originario de las regiones tropicales y subtropicales que se ha utilizado durante siglos en medicina. En la actualidad, se emplea para tratar determinados problemas como son los síntomas de la menopausia, diabetes, calambres musculares y artritis reumatoide.
Además, varios expertos lo catalogan como un producto muy versátil. Entre las formas más habituales de consumirlo, se puede encontrar asado o hervido y en forma de cremas o purés. Pero, además de su uso alimentario, el ñame también se utiliza en algunas presentaciones de fitoterapia.
Beneficios
Entre sus propiedades, cabe destacar las siguientes:
- Producto muy saciante. Posee un 12% de proteínas. También contiene micronutrientes de calidad como el potasio, el fósforo, el calcio o la vitamina C.
- Aumenta la fertilidad.
- Es una fuente de energía para deportistas.
- Es útil para controlar los síntomas de la menopausia.
- Ayuda a fortalecer el sistema inmunitario.
- Combate el envejecimiento.
- Sus antioxidantes protegen al cuerpo de la acción de los radicales libres.
- Su diosgenina ayuda a mejorar las conexiones neuronales, potenciando la memoria y las capacidades cognitivas.
- Ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares gracias a la vitamina B6 y al potasio.
Recomendaciones
Aunque su aspecto recuerda al boniato, su corteza es más irregular y más dura. De hecho, resulta difícil de pelar: su interior es blanquecino. Ante este panorama, los expertos recomiendan consumirlo asado o al vapor, debido a que si se hierve se pierden algunos nutrientes.
Un exceso en el consumo puede provocar vómitos y diarreas, por lo que es aconsejable consultar a un especialista cuál es la cantidad recomendada. No está especialmente dirigido a aquellas personas que padecen cáncer de mamá y de útero o con sensibilidad a los estrógenos.