
La vitamina C (también llamada ácido ascórbico), como bien sabemos todos los españoles y españolas, es un nutriente que el cuerpo necesita para formar los vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos. Y no solo eso: también es vital para el proceso de curación del cuerpo.
Al parecer, es un poderoso antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres, aquellas moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos o se expone al humo del tabaco y la radiación del sol, rayos X u otras fuentes.
Aspectos destacados
Debido a que el cuerpo no produce vitamina C, necesita obtenerla de la dieta. De ahí que sea muy importante destacar que la vitamina C se encuentra en todas las frutas cítricas, las bayas, los tomates, los pimientos, el repollo, el brócoli, las coles de Bruselas y las espinacas.
A continuación, la lista completa:
- Frutas: sobre todo en los cítricos como la naranja, la mandarina, el pomelo y el limón. Otras frutas en las que abunda la vitamina C son el kiwi, la manzana, la ciruela, la pera, la grosella, la frambuesa, las fresas, el maracuyá, la piña, el mango, los higos y el melón.
- Verduras: brócoli, batata o camote, pepino, lechuga, berenjena, espinacas, repollo morado, perejil, tomates, pimientos rojos y patatas horneadas.
- Alimentos de origen animal: hígado de ternera, res, pollo o cerdo; ostras crudas; hueva de bacalao; leche de cabra y de vaca.
Por si esto fuera poco, la vitamina C también está disponible como suplemento oral, generalmente en forma de cápsulas y tabletas masticables. Como es habitual, la deficiencia grave de vitamina C puede provocar una enfermedad denominada escorbuto, que causa anemia, sangrado de las encías o hematomas, entre otras cosas.
A tener en cuenta
Ante este panorama, cada vez es más habitual que se use vitamina C en productos tópicos (aplicados externamente) para el cuidado de la piel. De hecho, se emplea para estimular la piel y mantenerla con un aspecto joven, saludable y, sobre todo, radiante.
Además, a menudo, se trata de uno de los primeros productos antienvejecimiento que se utiliza. Y es que, cuando somos jóvenes, tenemos colágeno en abundancia y le aporta a la piel un aspecto firme y uniforme. Ahora bien, a medida que los años aumentan, el colágeno se reduce y, esta disminución, contribuye a la formación de líneas de expresión arrugas...