
En muchas ocasiones, buscamos productos exóticos, escasos y poco económicos, para lograr determinados beneficios nutricionales, sin saber que, sin ir demasiado lejos, existen productos de temporada con las mismas o mejores propiedades.
Ya sea esférica y achatada u ovalada y alargada, o de colores verdes, amarillos o naranjas, existe una amplia variedad de calabazas, de las cuales unas son más propicias en verano y otras en invierno. En cualquier caso, la calabaza supone una importante fuente de nutrientes, como fibra, potasio, vitamina C, tiamina o beta-carotenos.
Dado que es un alimento con un bajo contenido en grasas y calorías, su consumo está altamente recomendado para dietas enfocadas a la pérdida de peso. Además, el alto contenido en fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal al prevenir el estreñimiento. Esto, a su vez, contribuye a la protección frente al cáncer de colon y la enfermedad cardiovascular.
Otra de las ventajas que aporta la calabaza es un beneficio sobre la hipertensión y otras enfermedades relacionadas con ella como la trombosis arterial o la apoplejía. Esto se debe a su contenido en potasio y su escaso aporte de sodio.
Por último, los beta-carotenos anteriormente mencionados, que en nuestro organismo se transforman en vitamina A, aportan antioxidantes y potenciadores del sistema inmune, por lo que su ingesta se relaciona con un menor riesgo de cáncer y enfermedad cardiovascular.
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