
Con la llegada del verano es importante protegerse del sol, pero aunque nos lo parezca no todas las cremas solares son iguales. Principalmente se distinguen dos: las químicas y las minerales. Cada una tiene un efecto distinto en nuestro cuerpo y dependiendo de las condiciones personales será mejor escoger una u otra.
Uno de los principales problemas es, dejando la pegajosidad al margen, que se meta en el ojo por el sudor. Los expertos indican que esto puede causar una irritación muy molesta, pero no suele ser grave ni causar daños permanentes. Sin embargo, si la molestia persiste es recomendable hablar con un especialista.
Qué pasa exactamente si al ojo le entra crema solar
Los protectores contienen ingredientes como óxidos minerales (zinc, titanio) o filtros químicos (como avobenzona, octinoxato o oxybenzona). Muchos de estos compuestos pueden irritar la mucosa provocando un ardor intenso, lagrimeo abundante, enrojecimiento...
Por ello lo mejor es no frotar el ojo, eso podría empeorar la irritación, y enjuagar inmediatamente con agua abundante durante unos cinco minutos. Parpadear mientras enjuagas puede ayudar a eliminar los restos, pero no todo el mundo tiene esa facilidad. Si eres de las personas que no puede abrir el ojo cuando tratas de lavarlo basta con poner unas gotas en el lagrimal y tratar de que entre dentro. Repite el proceso unas cuantas veces.
Si el malestar persiste después del lavado o si hay dolor fuerte o cambios en la visión, acude a un centro médico o a un oftalmólogo.