Salud Bienestar

Scranton crea dos nuevas sociedades en Luxemburgo para controlar los centros de plasma de Grifols

  • Registra una estructura de 'doble Luxco' tras refinanciar la deuda con el fondo Oaktree 
  • Suele ser una exigencia de los acreedores por la legislación favorable del Gran Ducado
Nacho Abia, CEO de Grifols, y Tomás Dagá, consejero. Kike Rincón
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En el foco de la polémica por sus relaciones con Grifols, Scranton reestructura su esquema societario. El grupo vinculado a la familia Grífols y que ostenta el 8% del capital de la farmacéutica ha creado dos nuevas sociedades en Luxemburgo con las que controlará ahora los centros de plasma operados por la cotizada. El movimiento llega tras la refinanciación de su deuda con el fondo Oaktree y se produce, probablemente, a petición del acreedor.

Según ha podido comprobar elEconomista.es, el holding propiedad de parte de la familia y, principalmente, exdirectivos y asesores, ha incluido en su árbol societario lo que se conoce como una doble Luxco, con las firmas Plasma Lux y Plasma Lux Holding. La cabecera final del grupo, eso sí, sigue estando en los Países Bajos.

La operación es lo que se conoce como una estructura de doble Luxco, un movimiento habitual en reestructuraciones en las que participen grandes inversores internacionales. Se hace debido a que la legislación luxemburguesa es más favorable para los acreedores que en la mayoría de los países europeos y es más fácil ejecutar las garantías de la deuda.

Así lo remarcaba hace un año Juan José Terraza, socio de Augusta Abogados, a este medio. "En España el dividendo está bonificado y se termina pagando el 1,25%, aunque en Luxemburgo se está exento, esto no se hace por motivo fiscal. Bancos y fondos están familiarizados con la normativa del país, se sienten cómodos con su fiabilidad y la facilidad en la operación jurídica, si es necesaria", explicaba.

Ambas firmas están constituidas a finales de julio, el mismo mes en el que Scranton hizo público que había logrado refinanciar su deuda con el fondo Oaktree -firma participada por Brookfield, que ahora sopesa lanzar una opa sobre Grifols-. El acuerdo alcanzó los 391 millones de euros con una vigencia de tres años, según sus estados financieros, y se produjo como relevo a la financiación que tenía firmada con Bank of América.

No fue el único movimiento de deuda del año pasado. Scranton logró un acuerdo en septiembre de 2024 para ampliar y renovar un préstamo de 250 millones de euros de Santander, concedido a la filial inmobiliaria Quadriga Real Estate, que se amplía ahora a 272 millones con vencimiento en 2027. También acordó con BBVA ampliar de 75 a 90 millones de euros préstamos inmobiliarios a varias filiales, con una extensión de su vencimiento hasta diciembre de 2028.

Las relaciones entre Grifols y Scranton Enterprises eran uno de los puntos que el informe de Gotham denunció el pasado mes de enero. Precisamente por la consolidación de los centros de plasma de Haema AG y Biotest a pesar de que eran propiedad de la firma -Grifols tiene un derecho de compra que ya ha expresado su voluntad de utilizar cuando reduzca la deuda-.

¿Qué es Scranton?

Además de ser accionista de Grifols, el holding neerlandés es propietario del club de baloncesto Joventut de Badalona y del 76% de las bodegas de cava Juve & Camps. La sociedad está conformada por 17 accionistas -en su mayoría exdirectivos y directivos de la cotizada-, tres de los cuáles son miembros de la familia Grífols. Entre ellos sobresale Tomás Dagá, consejero de la firma.

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