Qué características definen a las personas posesivas, según un psiquiatra

Las personas posesivas son las que necesitan y no conciben otra forma de relación en las que los demás estén siempre a su lado y que hagan los que ellos quieran. Solo piensan en ellos, en sus necesidades, en lo que quieren, sin pensar en los demás.

Sus relaciones se basan en la dependencia emocional y la dominación. Para ello buscan a personas con carencia personal o afectiva a las que puedan manipular. Cuando uno lo está pasando mal o está en un estado de vulnerabilidad, es fácilmente manipulable por esta clase de personas.

Lo que hacer es saber identificar a las personas posesivas y al saber cómo se comportan, repeler sus intentos de control y posesión.

Características de las personas posesivas

• Controladoras. Controlan sobre todo y todos y si no tienen esa sensación no pueden relajarse. Los cambios inesperados les asustan y les generan estrés.
• Manipuladoras. Recurren al chantaje emocional con frecuencia. Lo hacen para atraer, enganchar y atrapar a los demás para tenerlos a su disposición. Para conseguir sus metas no dudaran en usar a otros para conseguirlo, usando la manipulación emocional.
• Directivas. Su comunicación se basa en mandar, exigir, pedir o solicitar.
• Egoístas. Solo miran por sus propios intereses y no tienen empatía. No les importan los sentimientos ni las voluntades de los demás. Por eso son capaces de jugar con las emociones de los demás, al no saber ponerse en la piel de los otros.
• Pensamiento rígido. Todo lo ven o blanco o negro o se está con ellos o contra ellos. No entienden de puntos intermedios.
• Egocéntricas. Solo les importa los que gire en torno a ellas, si no tiene que ver con ellas, el tema directamente no existe.
• Poca inteligencia emocional. No la tienen desarrollada, por lo que se enfadan cuando alguien cercano a ellas no piensan igual. No lo gestionan bien y suelen responder con ataques.
• Sentimiento de superioridad. Se creen superiores al resto, más inteligentes, más resolutivos y desde esa falsa creencia, ejercen ese control, con la idea de que lo hacen para ayudar al otro que necesita de su ayuda.
• Inseguras. No saben desenvolverse de forma natural y constructiva. Ocultan su inseguridad con una postura firme y fuerte.
• Autoestima baja. Bajo esa fachada de soberbia, son personas que se comparan constantemente con los demás. Esconden sus defectos resaltando los de los demás.
• Sus relaciones se basan en la dependencia. No quieren, necesitan. Buscan a personas vulnerables de las que se puedan aprovechar. Cuando está sometida, la otra persona se convierte en dependiente y fácil de dominar.
• Les dominan sus miedos. Su mayor miedo es la soledad y no conseguir lo que necesitan. No aguantan la incertidumbre y no son capaces de gestionar sus miedos.
• No saben manejar la frustración. Si las cosas no salen como ellas quieren, se puede poner violentas, ya sea de forma física o emocional. Siendo una vía para conseguir todo lo que necesitan.