Salud Bienestar

Investigan un fármaco como solución a la pérdida de memoria

Concepto de pérdida de memoria. Firma: iStock

Unos neurocientíficos han modificado genéticamente una molécula, la proteína LIMK1, que suele estar activa en el cerebro, con un papel clave en la memoria. Han conseguido que esta proteína se active al administrar rapamicina, un fármaco, consiguiendo mejorar la memoria.

Este descubrimiento lo han logrado desde la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Católica de Roma y de la Fondazione Policlinico Universitario Agostino Gemelli IRCCS y sus resultados han sido publicados en la revista 'Science Advances'.

Esta investigación mejora la comprensión de la función de la memoria y facilita a identificar soluciones innovadoras para enfermedades neuropsiquiátricas como puede ser la demencia. La proteína LIMK1 es muy importante para determinar cambios estructurales en las neuronas, mejorando la transmisión de información en las redes neuronales, clave en los procesos de aprendizaje y memoria.

Cómo funciona este fármaco en la memoria

El autor principal del estudio, Claudio Grassi, ha querido explicar detalles de esta investigación: "Algunas de estas proteínas son particularmente importantes para la memoria, de hecho la expresión reducida o las modificaciones de estas proteínas se asocian con alteraciones en las funciones cognitivas. Una de estas proteínas es LIMK1. El objetivo de nuestro estudio era regular la actividad de esta proteína, ya que desempeña un papel clave en la maduración de las espinas dendríticas entre neuronas y controlar LIMK1 con un fármaco significa poder promover la plasticidad sináptica y, por tanto, los procesos fisiológicos que dependen de ella".

Un profesor asociado de Fisiología de la Universidad Católica, Cristian Ripoll, destaca que "la clave de esta innovadora estrategia 'quimiogenética', que combina genética y química, está precisamente ligada al uso de la rapamicina". Este fármaco inmunosupresor se asocia por aumentar la esperanza de vida y por sus beneficios al cerebro.

"Así pues, hemos modificado la secuencia de la proteína LIMK1 insertando un interruptor molecular que nos permitía activarla, a la orden, mediante la administración de rapamicina. En animales con deterioro cognitivo relacionado con la edad, el uso de esta terapia génica para modificar la proteína LIMK1 y activarla con el fármaco produjo una mejora significativa de la memoria", ha explicado Ripoll.

De cara al futuro y cómo se puede aplicar este estudio, el profesor ha comentado: "El siguiente paso será comprobar la eficacia de este tratamiento en modelos experimentales de enfermedades neurodegenerativas que presentan déficits de memoria, como la enfermedad de Alzheimer. También serán necesarios más estudios para validar el uso de esta tecnología en humanos".

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