
Un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos liderado por Arash Etemadi ha confirmado que tener determinado grupo sanguíneo presenta un mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón. El equipo examinó más de 50.000 muestras de diversas personas provenientes de Irán a lo largo de 7 años según las características del grupo sanguíneo y el riesgo de sufrir un infarto.
De esta manera, se determinó que las personas que no eran del tipo 0 tenían más probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas. En cambio, los participantes con sangre del tipo A, B y AB tenían un riesgo 9% mayor de fallecimiento por causas más variadas y un 15% de morir por problemas cardíacos. Igualmente, se determinó que la probabilidad de padecer un cáncer gástrico aumentaba hasta un 55%.
Según explica Etemadi, el riesgo de sufrir determinadas enfermedades está relacionada con características específicas de los grupos sanguíneos A, B o AB, en comparación con el grupo 0. Así, las personas de tipo A se detectaron niveles más altos de colesterol, una afección directamente vinculada a un mayor riesgo de mortalidad.
La influencia del estilo de vida
Por otra parte, las personas con un grupo sanguíneo diferente de 0 tienden a que su sangre coagule con más facilidad, algo estrechamente relacionado con el riesgo de sufrir un infarto. Más allá del grupo sanguíneo, existen otros factores que pueden influir en los problemas cardíacos, por ejemplo, la dieta o la cantidad de actividad física que practique la persona, en definitiva, el estilo de vida.
Otras investigaciones, en cambio, sugieren que las personas con los grupos sanguíneos A, B y AB podría estar relacionada con factores genéticos y ambientales, de ahí, la importancia de realizar estudios más amplios que incluyan variables como la genética familiar o el estilo de vida general. La inflamación crónica que puede estar más presente en algunos grupos sanguíneos juega también un papel crucial. En definitiva, más allá del tipo de sangre, resulta crucial valorar otros indicadores de salud.
Cabe destacar que existen también otros estudios que sugieren que determinados grupos sanguíneos están vinculados a una mayor esperanza de vida, como es el caso del grupo B. Esto se debe principalmente a que durante el sondeo se pudo observar que la mayoría de personas centenarias en el mundo tenían este tipo de sangre.
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