Salud Bienestar

La enfermedad que padecen 7 millones de personas en España y que más de la mitad desconoce que la tiene

Foto: iStock

La enfermedad renal crónica (ERC) es una patología que sufren más de 7 millones de españoles y que la mitad desconoce que la tiene. Esta se caracteriza porque los riñones no filtran de manera adecuada la sangre, lo que interfiere en otras funciones como la regulación de las hormonas. Al no presentar apenas síntomas hasta que no se encuentra avanzada, hace que sea especialmente difícil su detección temprana.

El estilo de vida es fundamental, así como determinados factores como la diabetes tipo 2, obesidad o hipertensión pueden influir en el buen funcionamiento de los riñones. "Muchos pacientes descubren su condición cuando presentan complicaciones cardiovasculares", señala David Arroyo, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y nefrólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid a Gaceta Médica.

Una de las claves para hacer frente a esta enfermedad está en la buena atención primaria, por ejemplo, focalizándose en pacientes con alguno de los factores de riesgo. En los últimos diez años se han desarrollado tratamientos capaces de ralentizar la progresión de la enfermedad, mejorando la calidad de vida de los pacientes, procurando que no se tenga que llevar a cabo la diálisis o el trasplante de riñón, por ejemplo, a través de inhibidores del SGLT2 y los agonistas GLP-1.

Cómo prevenirla

Por otra parte, según los expertos la concienciación de la salud renal y la necesidad de controles periódicos para prevenir enfermedades de este tipo son la clave. En este sentido, la dieta juega un papel determinante, reduciendo la ingesta de sal, evitar alimentos ultraprocesados y seguir una dieta variada, rica en frutas y verduras. Si la enfermedad se encuentra en estadios avanzadas, es crucial controlar la ingesta de potasio y fósforo.

Los primeros síntomas de la ERC son muy similares a los de otras, de ahí las dificultades en su detección. Entre los más comunes están:

  • Falta de apetito.
  • Sensación de malestar general y fatiga.
  • Dolores de cabeza.
  • Picazón y sequedad cutánea.
  • Náuseas.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.

Síntomas en estados avanzados

Cuando esta enfermedad se encuentra en estadios más avanzados y la función renal ha empeorado, algunos de los síntomas son:

  • Piel anormalmente oscura o clara.
  • Dolor de huesos.
  • Somnolencia.
  • Entumecimiento de manos y pies.
  • Mal aliento.
  • Sed constante.
  • Dificultad para respirar.
  • Problemas de sueño.
  • Hipo frecuente.
  • Calambres musculares.
  • Alteraciones en la menstruación.
  • Hinchazón de manos y pies.

Además de la medicación, un control de la presión arterial también podría retrasar un mayor daño al riñón. El análisis de los niveles de creatinina a través de muestras de sangre o de orina puede ayudar a determinar la presencia de esta enfermedad.

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