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Cáncer de sangre: tipos, síntomas y cómo identificarlo a tiempo

Leucemia mieloide aguda Células de LMA en el flujo sanguíneo. Firma. iStock

La sangre es el principal sistema de transporte del cuerpo. Es el líquido que fluye a través de las arterias y las venas. Se encarga de transportar oxígeno y nutrientes a los pulmones y tejidos. También se encarga de eliminar los productos de desecho llevándolos a los riñones y al hígado.

Los cánceres hematológicos se originan en el tejido hematopoyético. Generalmente se forman en la médula ósea o en las células del sistema inmunitario.

Los cánceres de sangre afectan a las células sanguíneas, a la médula ósea y a los ganglios linfáticos. Las células cancerosas evitan que la sangre haga sus funciones como pueden ser la de combatir infecciones o prevenir hemorragias graves. Existen tres tipos de cánceres de sangre: leucemia, linfoma y mieloma.

  • La leucemia afecta a los glóbulos blancos producidos en la médula ósea, que tienen la función de proteger al organismo de las infecciones. Una vez que la célula de la médula ósea sufre el cambio leucémico, las células leucémicas que produce pueden proliferar y sobrevivir mejor que las células normales. Con el tiempo, las células leucémicas desplazan y/o inhiben el desarrollo de las células normales.
  • El linfoma es el nombre de un grupo de tipos de cáncer de la sangre que se originan en el sistema linfático. Ocurre cuando un tipo de glóbulos blancos (los linfocitos) se desarrollan de forma anormal. La función de estos es defender contra las infecciones. Este tipo de cáncer de sangre afecta al sistema inmune, pudiendo aumentar el tamaño de los ganglios linfáticos de algunas zonas como el cuello, la axila, la ingle... Hay dos tipos: el linfoma Hodgkin y el linfoma no Hodgkin.
  • El mieloma afecta a las células plasmáticas en la médula ósea. Estas células contribuyen a combatir las infecciones. Cuando las células tienen mieloma evitan la producción normal de anticuerpos, debilitando el sistema inmunológico del cuerpo. Los dolores de huesos es uno de los síntomas más característico de este cáncer.

Síntomas de los cánceres de sangre

Leucemias

  • Las leucemias crónicas, que se van desarrollando muy poco a poco, son las más desconocidas, pero las más frecuentes. A veces son asintomáticas y se descubren por un análisis de sangre.
  • En cambio, las leucemias agudas sí que suelen estar ligadas a diversas manifestaciones:
  • Fiebre.
  • Infecciones (sobre todo, en la boca, la región perianal o respiratorias) que duran más de lo habitual.
  • Sangrado en encías o nariz.
  • Lesiones puntiformes de color rojo o violáceo en la piel o aparición de muchos moratones.
  • Cansancio.
  • En ocasiones, dolor en los huesos o dolor generalizado.

Linfomas

  • Aumento del tamaño de los ganglios del cuello, axilas o ingles, que generalmente se perciben como bultos que no duelen.
  • Fiebre.
  • Sudoración nocturna importante.
  • Pérdida de peso.
  • Picor en la piel.
  • Cansancio.

Mielomas

  • Cansancio progresivo.
  • Orina muy espumosa.
  • Dolor en los huesos (sobre todo en la zona lumbar) que no se calman con analgésicos ni reposo.
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