
El nuevo concierto de Muface se hará realidad en pocas semanas. Su firma tendrá lugar "después de Semana Santa", según ha traslado esta mañana el Ministerio de Función Pública al sindicato CSIF en la reunión del Consejo General de Muface. Mientras, el departamento de Óscar López ha aprobado una nueva prórroga para que Asisa, Adeslas y DKV presten servicio hasta el 31 de mayo.
El sindicato mayoritario entre los funcionarios indica que a pesar de que la última orden de continuidad publicada contemplaba que el servicio seguiría "por el tiempo imprescindible hasta el inicio de ejecución del contrato subsiguiente", escondía una fecha límite: el 31 de marzo de 2025.
En dicha orden, el presupuesto pactado, que reciben las compañías por prestar asistencia, solo contemplaba un periodo de tres meses, por un importe de 378,9 millones de euros tras ser actualizado al precio de la segunda licitación, con un incremento de primas del 33,5%.
Sin embargo, la suspensión a finales de enero de esa licitación ha dejado esa orden en papel mojado por varios puntos. En primer lugar, por el presupuesto, ya que este se actualizará a las nuevas tarifas, con un incremento del 41,2% en las primas. Y en segundo lugar, porque las tres aseguradoras tendrán que seguir prestando servicio más allá de marzo.
Fuentes del CSIF indican a elEconomista.es que esto se alargará hasta el 31 de mayo, algo que no repercute en Adeslas ni en Asisa puesto que continúan en el sistema, pero sí en DKV. La filial de Munich RE no esperaba estar con los mutualistas más allá del primer trimestre, pero tendrá que alargar su cobertura hasta abril, debido a la previsión tardía de la firma del nuevo convenio, y sumarle el mes de cambio de entidad al que todos los mutualistas tienen derecho en cada ejercicio.
DKV decidió no sumarse al nuevo contrato de Muface a pesar de la mejora de las condiciones. Esta compañía, desde el inicio de la crisis, ha sido la más beligerante con el Gobierno. Sus exigencias, además de un incremento de primas del 40%, se basaban en que el contrato fuera de un único año, asunto que incluso se complicó más en diciembre, cuando en la segunda licitación Función Pública amplió el contrato de dos a tres años.
La incertidumbre que ha habido con el concierto de Muface ha pasado factura a la mutualidad y los agentes que la componen. En enero de 2025, más de 45.000 personas – tanto mutualistas como familiares beneficiados - decidieron abandonar la sanidad privada y dirigirse a la pública, según ha comunicado el Ministerio de Función Pública al CSIF. Se trata del doble de las que se fueron a la Seguridad Social en 2024.
Enero tradicionalmente es el mes en el que los mutualistas pueden decidir si continuar perteneciendo a alguna de las aseguradoras, cambiarse de compañía, dirigirse a la sanidad pública o viceversa. Sin embargo, este año ha sido diferente porque ni había un nuevo concierto ni se conocía qué aseguradoras se presentarían.
Ese momento se ha retrasado a mayo. Entonces, las personas aseguradas podrán cambiarse de compañía o con la Seguridad Social. Cabe hacer especial hincapié en los 200.000 asegurados de DKV, que deberán optar por la sanidad pública o por una de las dos aseguradoras que quedan (Asisa o Adeslas).
En tan solo dos años, la sanidad pública ha crecido con más de 100.000 nuevos funcionarios, superando ya el medio millón de afiliados al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). A su vez, esto ha provocado que la cartera de la sanidad privada de mutualistas haya disminuido. En concreto, 30.000 personas.