Salud Bienestar

Ignasi Biosca: "Reig Jofre tendrá en unos años una fábrica para terapias avanzadas"

  • Eficiencia: "Invertiremos unos 10 millones en la planta de Toledo para producir antibióticos más rápido"
  • Negocio exterior: "Analizamos entrar directamente en mercados como República Checa e Italia"
  • Concurso Europeo: "Tenemos el 30% de Sant Joan Despí reservado para el programa vacunal de emergencia"
Ignasi Biosca, consejero delegado de Reig Jofre. Foto: Alberto Paredes
Sant Joan Despí (Barcelona)icon-related

El consejero delegado de Reig Jofre, Ignasi Biosca, forma parte de la tercera generación de la familia fundadora del grupo farmacéutico cotizado con sede en Barcelona, al que se incorporó hace casi dos décadas, y que en los últimos meses ha reforzado su equipo ejecutivo para seguir creciendo en tamaño y rentabilidad.

¿Quedan todavía algunos días para finalizar el año, pero como ha ido el ejercicio? Los analistas auguran unas ventas de 324 millones

Todavía no lo hemos cerrado, pero prevemos que será el mejor año de la historia de Reig Jofre. Tendremos crecimientos en todas las magnitudes y divisiones fruto de las inversiones acometidas en los últimos años y que ahora rentabilizamos. Anunciamos que preveíamos superar los 300 millones en ventas y los 35 millones de Ebitda. No sé si serán 324 millones, pero sí estaremos por encima de los 300 millones.

Este año habéis frenado con la inversión, ¿cuándo volveréis a acelerar?

Entre 2015 y 2020 tuvimos un plan muy claro en el que invertimos más de 150 millones, pero cuando íbamos a rentabilizarlas llegó el Covid, que distorsionó nuestro modelo, así que hicimos algunas operaciones vinculadas con la pandemia y las vacunas y nos sirvió para mejorar nuestra visibilidad, crecer y ganar relevancia en el mercado. Entre 2022 y 2023 hemos recuperado nuestro plan inicial de rentabilizar las inversiones. Por eso vemos ahora este crecimiento a doble dígito. Pero creemos que a partir de 2024 es el momento de volver a invertir. Después del coronavirus se han abierto muchas oportunidades y nosotros estamos muy bien situados, por know-how y tecnología, para aprovechar las nuevas áreas terapéuticas que vienen. Ya estamos preparando un nuevo plan de inversiones para hacer un salto como el que hemos hecho en cinco años, cuando hemos duplicado facturación.

¿Un nuevo plan estratégico?

El actual plan estratégico empezaba en 2020, pero el coronavirus lo distorsionó todo. Ahora trabajamos en una nueva versión del plan que durará hasta 2027 y que aprovechará las oportunidades abiertas tras la pandemia.

"Tenemos el 30% de Sant Joan Despí reservado tras haber sido escogidos por la UE para garantizar la producción de vacunas en caso de emergencia"

¿Cuáles son?

Se ha abierto una ventana de oportunidades muy grande y Reig Jofre no quiere dejar pasar estas oportunidades a la hora de hacer inversiones. Estos últimos años hemos subido las cifras de ventas, Ebitda y beneficios netos y estamos bajando la deuda, por tanto nos coge en un momento muy bueno de volver a repetir el ciclo y dar el salto de inversiones que nos permita dar un paso más adelante, que viene por esta área de las nuevas tecnologías y las terapias avanzadas personalizadas.

Con el covid debutasteis en vacunas...

Sí, producimos la vacuna de Johnson & Johnson. Aunque no tuvo el espacio y la demanda que ellos esperaban, a nivel financiero nos quedó en equilibrio y fruto de esa visibilidad hemos sido escogidas como una de las empresas que deben garantizar la producción de vacunas de la UE en caso de emergencia. Nosotros nos presentamos con Zendal y tenemos el 30% de la planta de Sant Joan Despí reservada. Así, la UE te compensa tanto por el gasto como por el coste de oportunidad durante cuatro años, prorrogables a otros cuatro años. Para nosotros es importante tanto a nivel financiero como estratégico, porque obtenemos el mejor sello para ser vistos como competitivos y demostrar que tenemos la última tecnología a la hora de conseguir nuevos clientes a nivel mundial.

Y el negocio de las vacunas, ¿lo veis como opción a largo plazo?

El proyecto de Johnson & Johnson era un contrato de dos años que acabó, pero sí que es cierto que las inversiones previstas para este plan de 2024 contemplan perfectamente el mundo de las vacunas con las nuevas terapias génicas. Es increíble lo que se está haciendo en este campo, como una inyección a una persona que tiene hemofilia la puede curar. Es un área impresionante.

Una vez terminada la pandemia, ¿qué haréis con la planta de Sant Joan Despí que no está reservada?

Una vez superado este paréntesis, recuperamos el plan de crecer para exportar a nivel mundial. Y lo hacemos ya sea con terceros o a través los equipos propios que tenemos en Francia, Bélgica, Polonia, Suecia o Inglaterra.

¿Tenéis previsiones de llegar a más países?

Estamos más centrados en consolidar donde ya estamos. En Francia ya superaremos los 45 millones y la filial polaca es todavía reciente y ya prevemos cerrar por encima de los 10 millones. Sí que estudiamos entrar en nuevos países. Estamos trabajando en un proyecto en República Checa y analizamos Italia, por ejemplo. Luego, aunque sí con distribuidores, crecemos mucho en Asia, tenemos el foco en el sudeste asiático, África, América... Prácticamente en todo el mundo.

"En un contexto de inflación generalizada, el precio de venta de algunos antibióticos es un precio de hace veinte años"

¿Para este crecimiento deberéis incrementar capacidad, está previsto en este nuevo plan de inversión?

Sí, prevemos inversiones en productividad como la que proyectamos en Toledo para afrontar un problema que estamos teniendo con los antibióticos esenciales como puede ser la amoxicilina pediátrica, de la que ha habido desabastecimiento. Hace dos semanas el consejo aprobó una inversión de aproximadamente 10 millones de euros para una nueva línea para producir estos antibióticos de manera más eficiente, más rápidamente y que nos ayude a bajar el coste unitario del producto unos céntimos.

¿A qué se debe este problema?

En un contexto de inflación generalizada, el precio de venta de esta amoxicilina está fijado a 1,53 euros, que es un precio de hace 20 años. Nosotros lo podemos mantener porque invertimos en otras líneas que sí nos dan beneficio, pero los estándares cada vez suben más, cada vez hay mayor exigencia regulatoria y si no se eleva el precio de venta las compañías irán virando hacia productos más rentables y ponemos en riesgo el abastecimiento de estos medicamentos. Son medicamentos que a veces tienes que poner en el mercado a pérdidas. Sí, se podría centrar toda la producción de un solo proveedor en la India o China, pero luego existe una dependencia que ya vimos durante la pandemia que no era buena y te puedes encontrar con que quién más pague se lo lleve.

¿Reig seguirá fabricando?

Con esta inversión en Toledo el margen seguirá siendo de unos céntimos, pero el consejo ha decidido que tenemos una responsabilidad. La administración hace muy poco en lo relativo a una subida de precios tras muchos años de evaluarlo, como pide la industria. Seguimos con precios que están claramente fuera de mercado y nos encontraremos con ese riesgo.

¿Y nota la sensibilidad de la administración ante esta problemática?

Hubo una cierta sensibilización después del coronavirus, allí nos dimos cuenta del problema. Sin embargo, ahora nos hemos instalado en una sensación de falsa tranquilidad porque todos los responsables que había en ese momento ya no están.

Ignasi Biosca, CEO de Reig Jofre, tras la entrevista. Alberto Paredes

¿No se ha aprendido nada tras la pandemia?

Hay que pasar del sistema just in time al just in case, y que ese just in case tenga un porcentaje del margen por si acaso. Porque más allá de quedarnos sin medicamentos, que ya es grave, en España hay 70 plantas farmacéuticas y no nos hemos dado cuenta del valor que tienen esta industria, tanto desde un punto de vista económico como de autonomía estratégica. Hay muchos países del mundo que no la tienen y dependen de terceros. Nosotros tenemos la suerte de tenerla y, o nos aseguramos de que sea viable, o irán cerrando y desmontando líneas de producción.

Dice que pueden financiarlo gracias a las otras inversiones, ¿cuáles son?

Con el coronavirus hemos pasado de las terapias biológicas a las terapias génicas. Se ha visto que son efectivas y seguras. Esto abre una nueva generación de terapias emergentes que trabajan sobre el código genético del paciente y van a la raíz de las enfermedades ¿Qué vamos a hacer aquí? Ya estábamos en el mundo de los inyectables y ahora queremos aportar nuestra experiencia industrial y nuestro know-how para dar servicios a escala industrial a esta tecnología. Desarrollar este tipo de productos es muy caro, lo pueden hacer las grandes corporaciones y las start-ups financiadas por capital riesgo. Nosotros estamos en medio, pero sabemos que podemos dar servicios a empresas más pequeñas y de investigación, para ayudarles a hacer el escalado industrial. Y lo mismo para grandes corporaciones que necesiten instalaciones especializadas para que sus productos sean estables.

¿Esto se traduce en nuevas plantas, en ampliar las actuales?

En rentabilizar las plantas, especialmente las de Barcelona, que frenamos por la producción de vacunas. Pero sí, es correcto. Yo creo que Reig debe poner en los próximos años una instalación para dar servicio a estos clientes, tanto españoles como internacionales. En 2024 planificaremos las inversiones, que se ejecutarán desde entonces hasta 2026. Irán alineadas con los proyectos de investigación que están avanzando ahora y requerirán entonces instalaciones productivas de calidad.

¿Y esta planta dónde sería?

Tenemos 350 personas en Toledo y alrededor de 300 en Barcelona. El sector sanitario en Cataluña es muy potente, pero también hay otros puntos de España en los que hay pulso. Al final donde se hace la inversión depende de muchos condicionantes, de ver dónde podemos optimizar las cadenas de suministros o dónde podemos tener más clientes. Nosotros también tenemos una instalación productiva en Suecia que nos funciona muy bien, pero yo defiendo que tiene más sentido invertir en el sur de Europa para activos industriales, por la relación entre el know-how y los costes.

Ignasi Biosca, CEO de Reig Jofre, en la sede de la compañía en Sant Joan Despí (Barcelona). Alberto Paredes

¿Este será el foco de la inversión, no?

Queremos centrarnos en las cosas en las que somos buenos, de ahí lo que comentaba de consolidar nuevos países antes de abrir nuevos. Más allá del foco, la otra línea es centrarnos en productos de mayor rentabilidad y no solamente en el crecimiento. Además, también queremos integrarnos verticalmente y también poder trabajar en la producción de principios activos de estos ámbitos.

¿Esta integración vertical puede suponer entrar en estas start-ups que necesiten músculo financiero?

Es una opción, pero también desarrollar nosotros mismos nuestros productos con la experiencia que tenemos.

¿Esto puede suponer desinversiones?

A corto plazo no lo contemplamos, pero en cualquier caso hay que decir que como compañía somos muy flexibles. Siempre hemos estado atentos a la hora de identificar oportunidades no orgánicas. En los últimos años hemos construido una credibilidad.

¿Y cómo os veis al final de este plan de inversiones?

Somos el doble de grandes que en 2019, también en personal. Desde el punto de vista económico buscamos alcanzar el hito de los 400 millones de euros de facturación e incrementar las cifras de Ebitda con un incremento de los márgenes frente a los ingresos. No solo crecer, crecer de manera inteligente.

¿Planteáis alguna ampliación de capital u operación corporativa para financiar este nuevo plan de inversión? En los últimos meses farmacéuticas catalanas han dado entrada a socios para financiar operaciones

No. Nosotros ya salimos a bolsa. Hoy la familia Reig tiene el 62,7% de las acciones y el compromiso se mantiene, luego tenemos algunos fondos, family offices y free float, por tanto, el capital ya lo tenemos muy abierto. ¿Una ampliación de capital? Yo con la valoración actual no lo recomendaría; es el momento de comprar acciones, no de vender. El endeudamiento de la empresa ha ido bajando y anticipamos estar en ratios por debajo de las dos veces deuda/ebitda, por lo que pensamos que con la caja generada y la deuda podríamos afrontarlo. Si en algún momento identificáramos una oportunidad que tuviera mucho sentido, podríamos plantear otras cosas, pero en este momento es muy complicado.

Hablaba de la valoración. La empresa se mueve alrededor de los 2,40 euros por acción desde hace muchos meses...

Es el valor en el que nos movíamos cuando hicimos la ampliación de capital en 2019 para financiar el crecimiento. Desde entonces hemos duplicado nuestro tamaño y el mercado no refleja este avance. Es cierto que el mercado de las small caps a nivel mundial está en mínimos, pero también es cierto que cuando hay cambios económicos al alza este segmento es el que suele recoger más crecimientos y cuando el mercado está más flojo es el más penalizado. Creemos que con el freno de las subidas de tipos la renta variable volverá a coger cierto dinamismo.

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