
Sandoz construirá una nueva planta en Eslovenia, concretamente en Lendava. Para ello, la farmacéutica suiza invertirá 378 millones de euros (400 millones de dólares), aunque la cantidad económica podría aumentar, según la compañía. El objetivo es respaldar el crecimiento futuro de su cartera de biosimilares a nivel mundial.
Las obras comenzarán a lo largo del año, según ha indicado Sandoz en un comunicado. Además, prevén que a finales de 2026 la fábrica esté funcionando plenamente. "Los medicamentos biosimilares aumentan el acceso a terapias biológicas de vanguardia para los pacientes que más las necesitan", afirma el director ejecutivo de la compañía suiza, Richard Saynor. "Esta inversión subraya nuestra ambición de ser el líder mundial en biosimilares, un segmento que, según la previsiones, crecerá a un ritmo anual de dos dígitos durante la próxima década", añade el CEO.
Los genéricos biológicos se conocen como biosimilares. La farmacéutica suiza cuenta en su cartera con Zarzio, tratamiento dirigido a los glóbulos blancos, Binocrit, un medicamento para la anemia, y Omnitrope, una hormona del crecimiento humano recombinante, entre otros. Por otro lado, el segundo mayor negocio de Sandoz son los antibióticos. De hecho, recientemente anunció una inversión de 50 millones de euros con el objetivo de ampliar su red europea de producción de este tipo de antiinfecciosos.
Cabe destacar que se trata de uno de los mayores desembolsos a nivel internacional del sector privado en Eslovenia. "Me complace especialmente que se trate de una inversión a largo plazo de un inversor estratégico", resalta el Primer Ministro de la República de Eslovenia, Robert Golob.
En agosto de 2022, Novartis decidió que era hora de dejar volar a su filial de genéricos Sandoz. El proceso se completaría en el segundo semestre de 2023. Esta acción va viento en popa y de hecho, la compañía ya ha nombrado al futuro director de la junta directiva de la suiza. El elegido ha sido Gilbert Ghostine.