
Sandoz ya tiene en el mercado el medicamento genérico de Revlimid, un antitumoral propiedad de Bristol Myers Squibb y que en 2021 fue el fármaco más vendido de la compañía estadounidense con 12.800 millones de dólares de facturación (un 6% más que en 2020). Esta molécula, además, fue la tercera más vendida del mundo durante el año pasado si se sacan de la ecuación las vacunas de Pfizer y Moderna.
Las previsiones de la compañía es que la llegada de la competencia de genéricos le reste al medicamento un 25% de facturación. Así lo comunicaron tras la presentación de resultados en una conferencia de JP Morgan, afirmando que este año las ventas de Revlimid se quedarían en una horquilla de entre 9.500 y 10.000 millones de euros a nivel mundial.
El genérico de Sandoz (filial del Grupo Novartis) ya se ha lanzado en 19 países europeos, entre ellos España. El ministerio de Sanidad ya le ha concedido precio y financiación y, a tenor de las declaraciones emititdas a este medio, el objetivo es que en España se termine ofreciendo solo el lanzamiento de Sandoz. "La previsión de ahorro en el gasto farmacéutico del Sistema Nacional de Salud tras la comunicación de comercialización de los primeros genéricos de lenalidomida, calculado en base al consumo durante el año 2020 y teniendo en cuenta un desplazamiento del original a genérico del 100%, se estima en más de 121 millones de euros anuales", afirman.
Además, el departamento dirigido por Carolina Darias también desvela a este medio la rebaja que han conseguido en el precio del medicamento. "El porcentaje de descuento obtenido tras la financiación de los genéricos de lenalidomida respecto al original oscila entre un 45% y un 79%, dependiendo del formato concreto", afirman.
Desde BMS España admiten que la llegada de la competencia hará mella, pero confían en su cartera de productos para continuar creciendo. "Tenemos un pipeline robusto y diversificado en todas nuestras áreas terapéuticas (Oncología, Hematología, Innovative Medicines y Cardiovascular), con investigaciones en etapa tardía y lanzamientos próximos que asegurarán el crecimiento futuro de la Compañía", afirman.
Dentro del listado de medicamentos más vendidos, lo cierto es que BMS está bien colocada. Dispone de Eliquis, un anticoagulante que facturó más de 10.000 millones en 2021, si bien la propiedad la comparte con Pfizer. Además tiene en cartera a Opdivo uno de los exponentes en inmunooncología que facturó 7.500 millones de euros.
Avisa de que no ha dicho la última palabra en el área terapéutica de Revlimid
Además, la compañía avisa de que no ha dicho la última palabra en el área terapéutica de Revlimid, la oncohematología. "Mientras le decimos adiós a su exclusividad y dejamos el legado de la lenalidomida en el tratamiento del mieloma para siempre, seguimos firmemente comprometidos por hacer avanzar nuestra investigación y desarrollo en mieloma múltiple para continuar elevando los estándares de tratamiento y mejorar la vida de pacientes en todo el mundo, como hemos venido haciendo hasta ahora", afirman.
Revlimid fue una de las principales razones que motivó una de las mayores adquisiciones del sector farmacéutico en los últimos años. BMS compró Celgene por unos 65.000 millones de dólares cuando el medicamento vendía algo más de 6.000 millones de dólares, y en apenas tres años duplicó la facturación.
Por otro lado, la llegada del medicamento de Sandoz es una noticia a tener en cuenta por Novartis. La multinacional suiza se ha dado unos meses para pensar qué hacer con su filial de genéricos. El abanico de opciones es muy amplio y se estudia hasta la venta de la compañía. Sin duda, tener una molécula genérica del tercer medicamento más vendido de 2021 es un activo que influirá en la valoración de la compañía y, por consiguiente, en las decisiones que tome Novartis respecto a su filial.