Retail - Consumo

Aceitunas Cazorla crece en Argentina con 1.800 hectáreas de olivo y tomate tras facturar 175 millones

Una línea de Aceitunas Cazorla con su marca La Explanada.
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Aceitunas Cazorla, una de las históricas empresas alicantinas que se ha hecho un hueco en el mercado de la aceituna de mesa y los encurtidos, sigue ganando tamaño gracias a su fuerte presencia internacional. Un crecimiento que busca asegurar garantizando la materia prima y ampliando sus propios campos de cultivo en la que ya es una de sus grandes despensas: Argentina.

La compañía de alimentación, que tiene entre sus clientes a gigantes de la distribución como Mercadona y Lidl, alcanzó una facturación de 175 millones de euros el año pasado, un 11,6% más. La empresa de la familia Beresaluce cerró 2024 con un beneficio neto de un millón de euros, similar al ejercicio anterior, según revelan sus cuentas anuales.

El grupo que envasa, transforma y comercializa más de 80 millones de kilogramos de aceitunas al año, vende sus productos en más de 60 países y el 65% de su negocio procede del exterior. Aceitunas Cazorla cuenta con 700 trabajadores y plantas en Alicante, Andalucía y Argentina.

En ese país está presente a través de la empresa Seville Cazorla en la provincia de La Rioja, donde explota fincas agrícolas y una factoría de transformación desde la que exporta a mercados como Brasil y Estados Unidos.

Inversión en olivares y tomates argentinos

Precisamente el grupo, que ya cuenta 1.700 hectáreas propias, ampliará su producción en el país hispanoamericano en la vecina provincia de Catamarca, que también limita con Chile. Hace unas semanas el gobernador de esa provincia, Raúl Jalil, reveló que la compañía ha comprado terrenos y realizará inversiones para desarrollar 1.200 hectáreas de olivar y otras 600 hectáreas para el cultivo de tomates destinados a uso industrial.

Fincas del grupo en la Rioja de Argentina.

Unos planes que, según explicó el Gobierno regional tras una reunión con la empresa alicantina, prevé desarrollar en varias fases en el departamento de Poman durante los próximos cuatro años.

Una industria muy alicantina

Aceitunas Cazorla nació en 1958 en la localidad alicantina de Novelda, de la mano de la revolución que supuso la aceituna rellena, una innovación surgida en otra población del interior de la provincia, Alcoy, que mantiene otras ilustres compañías como La Española Alimentaria Alcoyana o Aceitunas Serpis.

En 1996 y con la familia Beresaluce al mando la empresa se trasladó a un polígono de la capital alicantina. En esos años a la marca dee aceitunas La Explanada, en referencia a ese emblemático espacio junto al mar de Alicante , se unieron otras enseñas como Campomar y La Sota.

Hoy el grupo alicantino es uno de los mayores proveedores valencianos de la cadena de supermercados Lidl, después de que en 2021 cumpliesen 25 años de relaciones comerciales. El grupo alemán desveló que ese año había realizado compras por más de 55 millones de euros a Aceitunas Cazorla para comercializar sus productos en sus tiendas en toda Europa.

Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank, y Zulema Beresaluce, directora general de Aceitunas Cazorla.

El año pasado la directora general de Aceitunas Cazorla, Zulema Beresaluce, fue galardonada en la octava edición del CaixaBank Premio Empresaria en la Comunidad Valenciana que concede la entidad financiera.

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