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La ira de Trump desata un giro radical con China para el sector porcino español: "La investigación anti-dumping caerá en breve"

  • Interporc: "La visita de Pedro Sánchez a China ha sido un punto clave"
  • "Hay margen para seguir creciendo pese al liderazgo de la industria española"
  • "No solo son las exportaciones. El consumo de carne está creciendo en España"

La industria ganadera y en particular el cerdo, es un producto clave sin el cual no se puede entender la balanza comercial de España. El cerdo se ha convertido en un pilar clave del sector primario español, con el 14% de la producción agraria del país y un 39% de la producción final ganadera, convirtiéndose en una de las grandes puntas de lanza de comercio del país. Sin embargo, en los últimos años, desde 2019 hasta ahora, se ha vivido uno de los mayores 'saltos' que se recuerdan: el ascenso hasta el liderazgo global.

Con la crisis porcina dominando el principal mercado del mundo, China, España ascendió rápidamente suministrando este producto al gigante asiático, que llegó a disparar sus ventas en 2021 siendo su año récord. En aquel momento solo este país monopolizaba la mitad de las ventas al exterior. A medida que la enfermedad remitió el sector se encontraba con una sorpresa, las cifras no retrocedían tan rápido y lo que se perdía en China se lograba recolocar en otros países como Japón, Corea, Reino Unido o Filipinas.

El resultado es que si en 2014 apenas eran de 3.000 millones de euros en exportaciones, en escasos años se dio un paso gigante hasta triplicar esas cifras. En consecuencia España, con su escasa población se ha impuesto a grandes rivales como EEUU y es el principal exportador del planeta (en ingresos, no en toneladas). Todo esto dando lugar a una industria que ya vive de su exposición al resto del mundo, representando este un 60% de su facturación.

Sin embargo, las tensiones comerciales han puesto todo patas arriba. En 2024 China puso al cerdo español (y europeo) en peligro con una investigación por 'dumping' como respuesta a la misma medida tomada desde Bruselas contra el coche eléctrico. El mismo Gobierno de España ha puesto este asunto en el foco con visitas a China, implicando al sector y que han cristalizado en encuentros como el de este mes de abril donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló de acuerdos para mejorar la exportación de productos españoles en los que destacaba el cerdo.

Ahora se abre un panorama totalmente nuevo en el que España ya se ha posicionado como un socio clave de China mientras los aranceles ofrecen una oportunidad única de volver a ganar terreno tanto en este mercado como en otros que buscan reducir su exposición a EEUU.

Desde la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC) precisamente han emprendido este mes de mayo un viaje a China para consolidar el sector a través de la Feria Sial 2025. En declaraciones a elEconomista.es Alberto Herranz, director de la Organización, repasa la situación de un sector que se encuentra ante un momento clave. Los aranceles y su oportunidad histórica, las claves frente a la crisis con China y la batalla 'antidumping', los desafíos que atenazan a la industria.

¿Cómo fue el viaje a China?

El mercado chino es importante y clave en la estrategia de internacionalización. Es un mercado clave para todo el mundo. Veníamos de una serie de viajes políticos que se habían trasladado con un viaje del presidente del Gobierno para ver el tema de los aranceles y como queda la geopolítica. Creo que el resultado ha ido muy bien. Ahora hemos ido a la feria de Shangai, que es una de las más importantes a nivel mundial.

Alberto Herranz director de la Organización en la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC)

Sin embargo nos concretamos en nuestro proceso. China había avisado de un proceso anti-dumping con nuestro sector que se inició en junio de 2024. Queríamos seguir midiendo la situación de este asunto. Comercialmente es el destino clave que aunque haya bajado tras la crisis del porcino (año 2021-2022), la realidad es que no hemos perdido cuota de mercado, tenemos 20-23% de cuota de mercado con cerca de 1.400 millones de euros de facturación. El balance claramente es positivo. Tenemos que consolidar los mercados que ya tenemos.

Respecto al conflicto antidumping, se hablaba de que podía quedar en riesgo el sector español. Con las tensiones EEUU-China ¿ese peligro se ha limitado? ¿Hay otra perspectiva?

El escenario ha cambiado por completo. El verano pasado sin comerlo ni beberlo nos vimos inmersos en un proceso de investigación al sector porcino europeo. Todo esto a consecuencia de las negociaciones por el coche eléctrico entre China y la UE. Nos usaron porque había que equilibrar la balanza comercial y para negociar pusieron sobre la mesa al sector porcino.

Desde el minuto cero trabajamos en estrecha relación con el ministerio de agricultura y la propia UE. Creemos que se produjo un punto de inflexión clave con la visita de Pedro Sánchez a China a la que le acompañamos. Luego hubo una votación sobre los aranceles al coche eléctrico chino donde España cambió el voto de estar a favor a una abstención. Eso fue un gesto que recogió con agrado el gobierno chino, un gesto importante. Desde entonces nosotros seguimos preparando documentación hasta el día de hoy, porque la investigación no se ha cerrado.

Pero es que de golpe llega EEUU, con Trump y sus aranceles. El gran órdago es contra China con una escalada arancelaria entre ambos. El escenario geopolítico cambia por completo. Hemos pasado de la globalización a la multilateralidad de golpe y en ese contexto hay que buscar aliados. China se ha acercado mucho más a nosotros (la UE y España). Esto abre un nuevo escenario también con el MercoSur. Ahora hay una línea de alianzas que cambia por completo nuestra situación. Ahora, cuando llegan los aranceles, España es un socio fiable de China y yo creo que esto ayuda a minimizar problemas como el Anti-Dumping. Nosotros creemos que se cerrará en breve dado el nuevo contexto.

Y al margen del Anti-Dumping, ¿No creéis que se pueden aumentar las ventas en China y otros mercados gracias a los aranceles?

Rusia hubo un momento que era nuestro principal mercado y de la noche a la mañana se cerró por completo por un tema político. Ahí aprendimos que había que diversificar y buscar nuevos mercados en todo el mundo. Ahora mismo el sector porcino exporta a 130 países, principalmente en el sudeste asiático y principalmente a China como gran mercado en volumen. EEUU es el 17% del suministro de China frente al 23% nuestro, seguimos dominando llegados a este punto. Japón es muy interesante porque es un mercado premium y en 2024 tuvimos el 9% en volumen y el 22% en valor, está creciendo mucho. Hay otros mercados como Corea del Sur que está creciendo mucho, un 28% solo en los primeros meses de 2025. Estamos consolidando esa posición estratégica.

Llevamos un proceso de 10 años empezando casi como pequeños autónomos, pasando por la internacionalización hasta la globalización. Ahora somos un sector mucho más profesional con un gran conocimiento de los mercados. Ahora vivimos de la internacionalización y el 55% que gana el sector viene de fuera.

¿Qué impacto negativo está teniendo los aranceles?

Para empezar, las guerras comerciales no son buenas para nadie. Sufrimos ese tema ya desde la situación con China del dumping. Esto genera incertidumbre. Estamos yendo a escenarios donde no sabemos que va a ocurrir, es casi imposible ver las implicaciones. Puede ser que a nosotros no nos afecta tanto porque no vendemos casi a EEUU (solo el 0,52%) pero es que los insumos agrícolas de EEUU son clave, como la soja y el maíz.

Se está pasando de un sistema globalizado donde todo el mundo estaba inmerso y se habían creado flujos comerciales a todos los niveles a una promoción multilateral. Creemos que afortunadamente la carne de porcino tiene una buena presentación en ese entorno porque estamos en el modelo de producción más exigente que genera seguridad alimentaria.

¿Cuáles son las perspectivas del sector para lo que resta de año y próximos años?

La producción nacional seguirá creciendo. Estamos en las 5 millones de toneladas y vemos avances del 1% en lo que va de año. Vemos que esa dinámica sostenible se puede mantener en el tiempo. Estamos asistiendo a un cambio de ciclo. Tras el potente crecimiento en volumen de los últimos años ahora creemos que el siguiente paso es avanzar en productos de valor añadido en los mercados internacionales. Hay que seguir accediendo a nuevos mercados y creciendo porque hay empresas que exportan un 80% de su producción.

Respecto a ventas en el exterior concretamente… ¿qué perspectivas se ven en el sector?

El pico se alcanzó en 2021 y parecía que íbamos a tener un cambio de tendencia a la baja a medida que China se recuperaba de la fiebre porcina. Sin embargo, la caída se estabilizó y se mantuvieron unas cifras parecidas. Nosotros creemos que habrá una tendencia similar, no creemos que se crezca, pero se seguirá solidificando el liderazgo. 2025 será un año de continuidad y mantenimiento. El foco ahora estará en Asia y se abren grandes oportunidades en toda latinoamérica. Países como Chile, Colombia o México. Dependiendo del entorno arancelario, nos encontramos en una posición muy sólida.

En cuanto a producción. ¿Hasta qué punto es sostenible que España sea el país número 1 en exportación con 47 millones de habitantes, compitiendo con potencias como EEUU o enormes potencias? ¿Hay algún techo para seguir creciendo?

Dentro del modelo de producción europeo, España es el líder porque viene trabajando en un modelo de integración eficaz y eficiente de hace años. Un modelo que no han podido replicar otros países. Los grandes competidores en el Viejo Continente como Dinamarca y Alemania vienen precisamente perdiendo producción y, mientras eso pasa, España puede aumentar su papel de liderazgo.

España puede incluso aumentar su producción y vemos un largo recorrido. La clave está en la España Vaciada. Hay una enorme fijación de territorio que puede cumplir con las condiciones para establecer granjas. España está vacía en muchas zonas donde se puede generar riqueza. Todo eso asociado a la confianza que ya se ha creado por nuestros productos y su tradición, permiten pensar en eso.

El consumo per cápita está creciendo un 3,5%. Las tendencias que decían que habría menor consumo de carne, se dignifica cada vez más la proteína animal. La carne de porcino es la más elegida por los consumidores sumando elaborados carne fresca y otros productos.

¿A qué atribuís un crecimiento en el consumo? ¿Tiene techo?

Los consumidores están cada vez más informados en nutrición. Consumir proteínas animales es clave para el organismo. La carne tiene aminoácidos esenciales que no se pueden replicar con productos vegetales. Todo esto asociado a un estilo de vida más saludable, donde se consume cada vez más proteína en la gente que quiere mejorar su musculatura y hacer deporte ha contribuido al consumo de carne. Todo esto ha evitado, de hecho, una demonización de su ingesta.

También estamos invirtiendo en sostenibilidad y bienestar animal. Estamos dando pasos adelante aunque se viene haciendo desde hace décadas. Todo eso asociado a la información ha generado más confianza entre los consumidores.

La salud en el sector ha provocado grandes crisis que han cerrado mercados de golpe. ¿Es esto lo que más os preocupa? ¿Por qué España no ha vivido grandes brotes?

Tenemos los ejemplos de Alemania, que se le cerraron los mercados internacionales. Trabajamos mucho con el ministerio de Agricultura para acuerdos sanitarios que provoquen no se cierren completamente los mercados, sino que las zonas que no estén afectadas puedan seguir vendiendo al exterior. Lo que nosotros trabajamos más son los sistemas y controles sanitarios del día a día. En paralelo a los controles exhaustivos que implica la normativa. A diferencia de otros países tenemos barreras geográficas que frenan los contagio, como pueden ser los Pirineos.

Hemos logrado superar todos los episodios manteniéndonos libres de enfermedades gracias a una prevención activa y vigilancia permanente. Es una cuestión clave.

Volviendo a la situación del sector. Cuando arrancó la peste porcina en China se marcó un punto de inflexión en el sector, que no ha parado de ver crecer sus ventas. Ahora, cerrado ese capítulo y con los aranceles… ¿Estamos cerca de otra transformación completa de la industria?

Se están dando pasos internos clave. Las empresas del sector están cambiando y se están verticalizando. Ahora tenemos un sistema productivo más eficaz y más eficiente. Llegamos al momento actual con un producto muy solicitado por todos los factores que hemos comentado. Se han generado equipos en las empresas españolas para gestionar correctamente tanta exposición al mercado internacional.

No es lo mismo un producto en China, Filipinas o Chile. Ahora estamos liderando un producto clave como es el jamón serrano. Es un producto muy demandado y de valor añadido. Junto con otros productos más elaborados, estamos haciendo un giro completo desde pasar de un 'commodity', de vender en volumen, a un mercado de valor añadido. La clave ahora es lograr eso porque es ya mucho más difícil que te saquen de ese mercado. La ayuda de la Administración ha sido clave. Vamos muy de la mano de ellos con todo, protocolos, procedimientos… etc. Están siendo ágiles y eso está permitiendo que seamos más competitivos.

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