Retail - Consumo

Henkell Freixenet estanca sus ventas por la sequía y la caída del mercado alemán

  • El grupo vinícola alcanza una facturación de 1.250 millones de euros, apenas el 1,5% más 
  • "Prevemos un panorama de mercado complejo en 2025", admite la compañía, por la volatilidad de las cosechas 
Espumosos de Henkell Freixenet. EE
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Henkell Freixenet se ha erigido como uno de los grandes damnificados de la sequía que afecta a la D.O. Cava. Así como otros grupos han logrado resistir sin medidas traumáticas, firmas como el conglomerado alemán o la francesa Moët Hennessy han anunciado reducciones de plantilla. El cambio de hábitos de consumo y "la volatilidad de la cosecha" ya afectan a las cifras de la firma con sede en Wiesbaden y una amplia presencia en España: en 2024 la facturación escaló el 1,5% hasta los 1.250 millones de euros.

La compañía propiedad de una parte de la familia Oetker –en 2021 se repartieron sus negocios- explica que "a pesar del complejo entorno de mercado, logró mantener su posición". La compañía, que es líder mundial de vinos espumosos controla el 50% de Freixenet –que consolida en sus estados financieros- mientras que la familia Ferrer ostenta el otro 50%.

La entidad que dirige Andreas Brokemper abunda en las "condiciones de mercado tensas para la industria". Cona una caída generalizada del mercado, sí funcionaron bien el prosecco, los espumosos sin alcohol y los vinos de aperitivo. Mionetto (prosecco), por ejemplo, incrementó su facturación un 15,7%. "Las bebidas sin alcohol aún representan una pequeña parte del mercado general, pero vemos un gran potencial", abunda el dirigente.

Sin embargo, el grupo solo pudo incrementar sus ventas el 1,5% -una subida inferior a la inflación de la Eurozona, que rondó el 2,3%-, de 1.230 millones a 1.250 millones, en buena parte por las dificultades de Freixenet. En un mercado que no crece "los efectos negativos de la sequía en el Penedés están teniendo un impacto significativo en el desarrollo del negocio". "La crisis climática ha reducido considerablemente la producción -se estima que alrededor del 30%- y las reservas disponibles, provocando un fuerte aumento de las materias primas y un desequilibrio con la demanda", añade la cavista.

Por ello, Henkell Freixenet tomó la decisión de dejar de vender cava en Alemania, Austria y Suiza y, bajo la misma enseña Freixenet, vender un espumoso de fuera de la región "para satisfacer la alta demanda de la región". Así, anticipa un cambio en la estrategia de negocio de la firma, pasando del cava a "una marca maestra" que trabaje tanto con este producto, como con el prosecco, los vinos franceses y otros vinos sin alcohol.

Las ventas, por regiones

Las cifras de Henkell Freixenet muestran un comportamiento desigual según la región del mundo analizada. La peor parada es la zona DACH –Alemania, Austria y Suiza-, que cedió el 1,7% de las ventas "principalmente por la pausa temporal en la comercialización del cava Freixenet". El mercado nativo de la firma es el más importante de la organización. Europa del Este, mientras creció un 5,6%, con un alza del 15% en Polonia, por ejemplo.

Sin embargo, en Europa Occidental resistió y la subida apenas es del 0,8% por el buen funcionamiento del prosecco en Francia y el Norte de Europa y de Freixenet en Reino Unido. Este es uno de los mercados más afectados por la crisis del cava.

Lejos del continente, los ingresos ascendieron un 7% en América con un aumento de la cuota de mercado en Estados Unidos y Brasil. En la zona Asia-Pacífico: la facturación cayó el 1,8% a pesar de la expansión a doble dígito en Australia.

Para este 2025, Brokemper augura que las tensiones geopolíticas y "la alta volatilidad en las cosechas de uva y, en particular, la escasez de uva de cava" persistirán. El lamento se da a pesar del fin de la alerta por sequía en Cataluña y a la espera de saber cómo de dañadas han quedado las viñas tras la falta de agua. "Esto está sometiendo a toda la región a una presión considerable", añade.

No obstante, con su abanico de marcas, como Mionetto y Henkell -más allá, obviamente, de Freixenet- considera estar "bien posicionado". "Pretendemos generar crecimiento en estos tiempos difíciles mediante el desarrollo continuo de nuestras sólidas marcas y cartera de productos", dice. Y remata: "estamos en una posición sólida".

El ERE de Freixenet

Con este contexto, Freixenet –50% de la familia Ferrer- presentó un ERE para 180 personas, el 30% de su plantilla en España con la sequía como argumento. Sin embargo, fuentes sindicales sostienen que el plan de despidos se debe al cambio de modelo de negocio, con la entrada de otros espumosos al paraguas de la marca Freixenet, como ha sucedido en Alemania.

Hace un año, la compañía anunció un ERTE "por causa de fuerza mayor" para 615 empleados ante una caída de la producción del 30% por la sequía. No obstante, la Generalitat denegó el ajuste porque "la falta de lluvias no es sobrevenida". Por ello, Freixenet volvió a presentar otro ERTE pero por razones económicas.

Otra firma que ha anunciado una reducción de plantilla es la francesa Moët Hennessy, que hizo público que plantea rebajar su número de empleados un 10% por la caída del consumo de alcohol entre las nuevas generaciones. En su caso, eso sí, lo hará sin medidas traumáticas, con la no renovación de jubilaciones y vacantes.

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