
El grupo Henkell Freixenet volvió a crecer en 2023. El grupo de espumosos incrementó el 4,1% sus ingresos hasta los 1.230 millones de euros; su récord histórico. La cifra vuelve a rebasar la facturación del año anterior, pero moderó el ritmo, pues en 2022 la subida había sido del 8,5%. Pese a la tendencia, la compañía advierte de los efectos de la sequía que recortará la capacidad de producción de variedades como el cava hasta en un 30%.
Según informó la organización en un comunicado, la categoría de espumosos creció el 6%, la de bebidas espirituosas se incrementó el 11% y la de vinos tranquilos cedió el 8%. La empresa no dio datos de rentabilidad ni sobre el beneficio cosechado en la campaña.
Sí dijo que la tendencia de Freixenet se mantuvo en línea con la de todo el grupo, con una expansión del 4%. Sin embargo, el cava mantiene la distancia con el auge del prosecco: la marca Mionetto creció el 11%.
La otra cara de la moneda fueron los vinos de Segura Viudas, afectados por la caída del mercado estadounidense. Los distribuidores en el país americanos acometieron reducciones de inventario que implicaron una rebaja del 7% de la facturación durante todo el año.
Comportamiento desigual por territorios
Las ventas del grupo Henkell Freixenet mostraron un comportamiento desigual según el mercado. En la región DACH (Alemania, Austria y Suiza), la ascensión fue del 12% con crecimientos en cuota de mercado, tanto en espumosos como en bebidas espirituosas. También creció a doble dígito (+14%) el mercado polaco, lo que impulsó a Europa del este a una subida generalizada del 8% pese a la inestabilidad de la región.
Europa Occidental, en cambio, creció el 3%. Durante el año, además, se adquirió una nueva bodega en Italia, Villa Morona, y se inauguró un museo sobre la marca Mionetto en el paíse transalpino. En América, el descenso alcanzó el 4%, principalmente por la reducción de inventario que hicieron los distribuidores en Estados Unidos y Canadá.
En la región Asia-Pacífico, los ingresos se desplomaron hasta el 17%, impactados por los tipos de cambio y los precios bajos de los productores locales.
A la espera del golpe de la sequía
A pesar de la subida generalizada, Henkell Freixenet afronta con preocupación el 2024 "debido a la incertidumbre provocada por la falta de materia uva derivada de la fuerte sequía que nos viene afectando desde el 2021 y con especial afectación en 2023 en la zona de El Penedès", destacó Pedro Ferrer, co-CEO Freixenet.
Como ya explicó elEconomista.es, se prevé que la falta de agua recorte un 30% la capacidad de producción del cava y en 2023 ya se perdieron 80 millones de botellas por este motivo. "Viendo que la demanda mundial de cava está en auge y que no podemos producir suficientes botellas para satisfacerla adecuadamente a corto plazo, la situación es realmente complicada a todos los niveles" añadió Ferrer.