
Deoleo, Dcoop, Acesur y Borges crecen con fuerza en Estados Unidos a la espera de la posible imposición de aranceles por parte de la nueva Administración de Donald Trump. Las exportaciones crecieron el año pasado un 58% hasta sobrepasar por primera vez en la historia los mil millones de euros, según los datos del Ministerio de Agricultura. Aunque las ventas en toneladas crecieron en 2024 un 14%, hasta alcanzar las 113.416 toneladas, el incremento de la facturación en el mercado norteamericano obedece, fundamentalmente, a la subida de los precios.
Aunque el precio del aceite ha subido en todo el mundo, el año pasado se produjo un vuelco sin precedentes en el mercado del aceite de oliva de Estados Unidos. Y es que por primera vez en la historia, el aceite español alcanzó un precio medio superior al italiano, según los datos de la US Department of Commerce. El precio medio del aceite español se situó en el primer semestre, en concreto, en 8,81euros por kilo, frente a los 8,62 del producto procedente de Italia. Más allá del encarecimiento que ha registrado el producto, esta subida del precio medio va emparejada a una mejora de la imagen, así como a la venta de aceites de mayor calidad, según resaltan desde la Interprofesional del Aceite de Oliva.

El segundo cliente
Estados Unidos es ya el segundo mercado para el aceite de oliva español, solo por detrás de Italia, que el año pasado nos compró producto por valor de 1.530 millones de euros. De hecho, gran parte del aceite con marca italiana que se vende en el mercado estadounidense es español. De hecho, las dos empresas aceiteras líderes en Norteamérica son españolas -Deoleo, la dueña de Koipe y Carbonell, y la cooperativa andaluza Dcoop-, aunque ambas con marcas italianas. Deoleo distribuye las enseñas Bertolli y Carapelli y Dcoop, que está aliado a la familia Devico, propietaria de un imperio agroalimentario en Marruecos, opera con Pompeian.
Para sortear ahora los aranceles ante el anuncio hecho por Trump, las aceiteras españolas están acelerando los envíos a Estados Unidos con el objetivo de contar allí con stock suficiente al menos para los próximos meses. Una de las que lo está haciendo, de hecho, es Deoleo.
"Estamos adelantando los stocks para tener producto en Estados Unidos y sortear en la medida de lo posible los aranceles y no descartamos incluso envasar allí", aseguró la semana pasada Enrique Weickert, el director financiero de la compañía.
Aranceles
Las estimaciones de la industria apuntan a un fuerte crecimiento del consumo de aceite de oliva en Estados Unidos, pero se teme que la subida de precios que se llevarán a cabo como consecuencia de los aranceles puedan suponer un freno. El problema de fondo, según explicaba recientemente Jaime Lillo, director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional, es que "Estados Unidos tiene una producción muy pequeña, fundamentalmente en California que no cubre ni el 1% del consumo". De momento, todas las grandes instituciones norteamericanas, como la Universidad de Harvard, están defendiendo el consumo de aceite de oliva como producto saludable.