Retail - Consumo

Radiografía del vino español: se estancan tanto el consumo como las exportaciones

  • El consumo en el país se mantiene un 10% por debajo de los máximos de la pandemia 
  • Las exportaciones resisten por el incremento de precios, aunque caen en volúmenes 
  • La producción es casi un 10% inferior a la media de los últimos años 
Botellas de vino en la bodega Protos, en Ribera del Duero. Reuters
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La industria del vino hace dos años se mantiene en niveles similares. El consumo apenas crece, la producción está estable y las exportaciones resisten por la subida de precios. El sector soporta un estancamiento del consumo con un incremento del valor y mira a la subida de los precios como vía para el crecimiento. Así lo señalaba Susana García, directora general de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), en el marco de la Barcelona Wine Week celebrada la pasada semana: "El vino español tiene un amplio margen para mejorar su posicionamiento en términos de valor".

Las grandes cifras del sector se mantienen planas, según los datos de la propia OIVE y la consultora Nielsen. En el informe TAM octubre-noviembre de 2024, en España se consumieron 9.776 millones de hectolitros, apenas el 0,7% más que los 9.703 millones del periodo anterior y no muy lejos (1,39%) de los 9.643 millones de hectolitros de hace dos años. La subida llega además por las estimaciones del tercer canal –comercios minoristas de los que no hay datos oficiales-, pues tanto la comercialización en la hostelería y las grandes cadenas de distribución cae (ver gráfico).

La cifra se mantiene estable en los últimos dos años y es alrededor del 10% inferior a febrero de 2020, el momento pico de consumo, cuando se alcanzaron los 11,09 millones de hectolitros. Sí está por encima de los mínimos registrados un año después, en febrero de 2021, con 8,8 millones de hectolitros.

¿Por qué no avanza el consumo? Javier Pagés, presidente de la D.O Cava y de la Barcelona Wine Week, tiene algunas explicaciones. Para empezar, que se trata de una tendencia a nivel mundial y que afecta a la gran mayoría de mercados consolidados. En segundo lugar, un cambio de hábitos del consumidor, con el vino tinto a la baja en detrimento del vino blanco y los espumosos. "Está por ver si es coyuntural o se quedará, pero los nuevos consumidores buscan vinos más afrutados, ligeros y con menos cuerpo", señala el dirigente.

"El sector debe intensificar sus esfuerzos para conectar con las generaciones jóvenes y rejuvenecer el consumo de vino en España", admitía Susana García en la feria. En la misma línea se expresó el ministro de Agricultura y Alimentación, Luis Planas, que incitó a los viticultores a sumarse a las nuevas tendencias de consumo.

La atonía no solo llega en el consumo interno, también en las exportaciones. En los primeros once meses de 2024 descendieron un 5,4% en volumen hasta los 1.786 de litros y se incrementaron el 0,8% en valor hasta los 2.743 millones de euros. Estos datos llegaron además con descensos en las categorías de los vinos con D.O y de los licores, las categorías con mayor valor añadido -sobre el papel- del portafolio. De ahí la insistencia desde la OIVE de apostar por el crecimiento del valor.

La subida impulsará a todo el sector agroalimentario español. "El sector vinícola es el tercer exportador agroalimentario del país, con más de 3.000 millones en 2024, más de medio millón de explotaciones productoras, 4.500 bodegas, un total de 103 denominaciones de origen y 43 indicaciones geográficas protegidas", destacó Planas en la feria.

Ante este comportamiento, el sector se encuentra alerta por la amenaza de aranceles en Estados Unidos. El ministro Planas dio la alternativa: "México y los países del Mercosur son la gran oportunidad". La Interprofesional del Vino añade Irlanda, Polonia, Países Bajos o Escandinavia como mercados con potencial a medio y largo plazo.

Con las ventas estancadas, la producción tampoco crece. Según los datos del informe Infovi del Ministerio de Agricultura hace dos años que está en niveles prácticamente idénticos. En noviembre –apenas un mes y medio después del pico de existencias- el producto en manos de bodegas y almacenistas era de 56,3 millones de hectolitros, entre vino y mosto. La cifra el año pasado era exactamente la misma.

Los datos son casi un 10% inferiores a la media de los últimos ocho años. Con estos datos, el ministro de Agricultura consideró que no está justificado presentar un plan de arranque de viñedos, algo que han pedido ya algunas asociaciones de viticultores.

El freno se produce en un contexto de sequía, especialmente en Cataluña. Así lo sufrió la D.O. Cava, que lleva dos años con cosechas un 30% inferiores a las habituales. "Ha estado muy concentrada en Cataluña. En el resto del país no se ha vivido esta problemática a estos niveles", compara Pagés. "En mi carrera nunca había conocido una sequía como la actual", dijo el dirigente a finales del año pasado.

Por comunidades autónomas, Castilla La Mancha acumula 24,85 millones de hectolitros. Le siguen La Rioja (5,91 millones de hectolitros), Cataluña (5,55 millones de hectolitros), Castilla y León (4,45 millones de hectolitros) y Andalucía (3,55 millones de hectolitros).

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