Retail - Consumo

Marta Salmón (Aefj): "El juguete ya destina el 26% de la facturación a los adultos por la caída de la natalidad"

Marta Salmón, presidenta de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes.. Foto: Guillermo Lucas
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La industria juguetera se enfrenta al reto de la caída de la natalidad y a la tradicional dependencia de la campaña navideña. Los fabricantes españoles incrementaron sus ventas un 6% el año pasado, con 1.835 millones de euros, pero el consumo nacional no termina de recuperarse. A ello se suma otro de los grandes problemas, la entrada masiva de productos de competencia desleal, según explica la presidenta de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (Aefj), Marta Salmón, directora general de la histórica empresa Cefa Toys.

Pese al crecimiento en ventas de las empresas, el consumo de juguetes en España parece estancado, ¿cuáles son los motivos?

Puede haber muchos. Está claro que hay menos niños y son nuestro principal consumidor. Para paliar esta caída el sector está dirigiéndose hacia otro target, el que nosotros denominamos kidults, los adultos con corazón de niño y que quieren jugar. Ya representa actualmente el 26% de toda nuestra facturación. Otra parte muy importante que afecta directamente al consumo es la cantidad de producto ilegal e ilegítimo que entra en España de forma masiva por canales como el online.

¿La gran amenaza es la caída de la natalidad en España?

La baja natalidad en España es realmente una amenaza, pero no diría que es la principal, en tanto en cuanto el 26% de nuestra facturación ya está dirigida a otro público. Creo que el problema es que se están comprando productos que no están adaptados a la normativa europea, no son seguros y no se pueden comparar con los nuestros. En una situación económica como la que viven las familias actualmente hay un componente precio que determina donde comprarlo. Un elemento muy importante es esa competencia desleal con precios muy agresivos.

¿Qué están haciendo las empresas para adaptarse y reconvertirse a esa realidad con menos niños?

Estamos compensando menos niños con más adultos por así decirlo, porque otro de los problemas que tenemos es que los niños dejan antes de jugar. A partir de 8 o 9 años se dedican a otro tipo de aficiones. La caída de la natalidad no es algo que haya empezado ahora y el sector está en evolución continua para reinventarse, con mercados como el de kidults u otros, con empresas que están sacando artículos destinados a personas mayores con necesidades especiales. Por otra parte está la exportación, que está creciendo y se le está dando un impulso para que las empresas salgan fuera de nuestras fronteras y es otra forma de diversificar.

¿Hasta dónde estiman que pueden llegar las ventas para ese 'target' de consumidor adulto?

Es un segmento que hace unos años significaba apenas el 5% y está claro que hoy sigue creciendo. Pensamos que puede tener más recorrido, aunque no estamos hablando que vaya a llegar al 50% o 60% del negocio.

¿Cómo está yendo este año el mercado? ¿Se nota cierta recuperación?

Estamos en el mismo nivel y el mismo camino que el año pasado, tanto en las exportaciones, que siguen creciendo, como en la situación en el mercado nacional. Lo que ocurre es que queda todo por decir, depende de Navidades. Esperemos que las novedades de las empresas dinamicen el mercado de cara a la campaña de Navidad.

La fuerte estacionalidad en España por el peso de la campaña navideña, ¿sigue siendo invariable?

Somos el país más estacional del mundo y eso es algo diferencial. En España el juguete está asociado más a los Reyes Magos y a Papá Noel que a un consumo durante todo el año. Es un tema cultural que no ocurre en el resto de Europa, donde la campaña navideña representa entre un 40% y un 45%. En España se sitúa entre el 65% y 70% de las ventas, dependiendo del tipo de juguete. En otros países se entiende y se reconoce el valor del juguete para el desarrollo de los niños. Aquí parece que lo asociamos única y exclusivamente a diversión y entretenimiento. Eso afecta gravemente al consumo y por eso potenciamos que el 26 de abril se reconozca como el Día del Niño, como la Comunidad Valenciana. Una fecha que no es casual, se debe a que fue el primer día tras la pandemia en que los niños pudieron salir a la calle y el ministro lo anunció diciendo que podían hacerlo con un juguete.

En los últimos meses han cerrado varias cadenas de jugueterías en España, ¿a qué se debe y que efectos tiene en los fabricantes?

Es verdad que han confluido en el tiempo esos anuncios, pero considero que es fruto de la estrategia de cada empresa que se haya producido ahora. Parte de esos negocios, como en el caso de Poly o antes Toys R Us, ha sido comprado por otras empresas que están en el mercado, con lo que se siguen manteniendo sus tiendas. Todavía está por ver cuánto nos puede afectar.

¿Qué piden a la Administración para combatir la entrada de falsificaciones y de juguetes ilegales?

Mayor control. El mismo que tenemos los fabricantes cuando llega un producto nuestro a las fronteras es el que deberían tener todos. Le pedimos que haga cumplir la ley. Se está trabajando en una nueva directiva de seguridad del juguete en Europa que introduce una serie de restricciones a sustancias, muchas veces sin base científica, y al final va a suponer más juguete inseguro. Porque tendremos que incrementar nuestros precios y otros seguirán siendo más baratos y seguirán llegando si no hay más controles.

¿Las restricciones a materiales como el plástico son un hándicap para fabricar en España?

Más que un hándicap es un incremento de costes, porque con innovación buscamos otros materiales y nos adaptamos. El problema es que en el momento en el que en el juguete tenemos unas restricciones que otros sectores no tienen, al ser un sector pequeño el coste para fabricar nosotros será mayor.

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