
El Grupo Sibuya, propietario de los restaurantes Sibuya Urban Sushi Bar y Kamado Asian Food, sale al mercado en busca de comprador. La firma ha mandatado al banco de inversión Arcano para encontrar un nuevo socio que entre en la cadena, con vistas a que tome una participación mayoritaria, de acuerdo a distintas fuentes financieras consultadas por elEconomista.es. La compañía toma esta decisión con vistas a cerrar la operación este año y tras haber experimentado un crecimiento continuo, que se ha plasmado en una facturación récord en 2023 (71,1 millones de euros) y la apertura de 63 locales.
La operación supone que Rubén Labandera y Kima Fuentes, fundadores y accionistas de esta compañía creada en 2016, abran el capital de la cadena por primera vez en sus ocho años de historia. Las fuentes consultadas apuntan a que el resultado bruto de explotación de Sibuya ronda los nueve millones de euros, por lo que, teniendo en cuenta los múltiplos que se pagan en la restauración, su valoración podría superar los 70 millones de euros.
Aunque desde Grupo Sibuya declinaron hacer comentarios tras ser contactada por elEconomista.es, en ocasiones anteriores, sus máximos responsables admitieron la posibilidad de buscar un socio inversor para afrontar nuevas etapas de crecimiento dentro y fuera de nuestro país. En este sentido, el grupo mantiene su plan de crecimiento con una red de 68 locales, uno de ellos en Oporto (Portugal), y que el próximo 11 de julio se ampliará a 69 con la apertura de un nuevo restaurante de su marca insginia, Sibuya Urban Sushi Bar, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Para este año, la compañía se había marcado el objetivo de facturar 100 millones y realizar 20 aperturas.
La de Sibuya es una oportunidad más de testear el apetito de los fondos de capital privado en el sector de la restauración o el interés de otros grupos industriales en una operación sin precedentes desde el bombazo de la venta en 2018 del 80% de Goiko Grill al fondo L Catterton por unos 120 millones de euros. Las transacciones en el mercado nacional han brillado en el último año por su ausencia pese a haber salido distintas oportunidades como Casa Carmen, de capital familiar, o La Flauta, del fondo GPF. Otra operación que sigue en stand by es la venta de Saona, del fondo Miura, para la que se mandató a Socios Financieros.
Atasco en la restauración
La venta de Sibuya puede ser una acicate para otros fondos que quieren desprenderse de este tipo de activos tras años de crecimiento. Uno de ellos puede ser el grupo Larrumba, participado por el fondo Aurica y un largo listado de accionistas minoritarios. La cadena, propietaria de Perrachica, Marieta, Botania y Habanera, superó el pasado año en un 60% las ventas prepandemia y en 2024 ha completado nuevas aperturas, algunas en locales emblemáticos de Madrid y Sevilla.