
El sector pesquero y las organizaciones de consumidores han denunciado el engaño que supone la publicidad y venta de productos vegetales como si fueran pescado. La Generalitat ha expedientado ya a Heura Foods por vender 'Merlvza vegetal'. See so Good y La Sirena podrían también ser sancionadas.
Golpe a la comercialización de productos vegetales como si fueran pescado. La Generalitat de Cataluña ha abierto un expediente sancionador contra Heura por publicitar "filetes de merluza" para la venta de un producto elaborado a base de proteína de soja. Las actuaciones se han iniciado tras varios escritos de denuncia presentados por organizaciones como la Confederación Española de Pesca (Cepesca), la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), la Asociación Empresarial de Acuicultura (Apromar), la patronal de la industria conservera Anfaco o la Asociación Española de Mayoristas, Importadores, Exportadores y Transformadores de Productos de la Pesca y Acuicultura (Conxemar).
Además de advertir al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, el sector se dirigió a Bibiana Medialdea, secretaria general de Consumo, para alertar sobre la presencia en el mercado de productos de origen vegetal que con un etiquetado y presentación confusos pretenden asimilarse a los productos pesqueros para favorecer su consumo, cuando, según dicen, "ni son pescado, ni aportan los nutrientes, minerales y beneficios de los productos pesqueros". En sus escritos, las asociaciones reclamaban que se llevaran a cabo, con la mayor urgencia, "las gestiones necesarias para proceder a la revisión y posterior retirada de este tipo de productos fraudulentos, que buscan engañar al consumidor".
Actuación en Cataluña
Ante ello, la Mesa de Coordinación de la Calidad Alimentaria, el organismo de Agricultura que vigila la competencia leal de mercado, trasladó el caso a las autoridades competentes de control autonómicas, instándolas a "realizar las medidas necesarias para que cesaran dichas prácticas". En el caso de Heura, al tener su sede social en Cataluña, ha sido así la Generalitat la que ha abierto ahora el expediente sancionador. No se trata, sin embargo, del único caso que hay en el mercado, ya que otra empresa, Sea So Good, también está comercializando atún vegano al natural, cuando en realidad no se trata de este pescado.
El sector pesquero denuncia que, además de incumplir con varias normativas de ámbito europeo y nacional referidas a las prácticas de competencia desleal, el etiquetado, la presentación y publicidad de los productos alimenticios, y la seguridad alimentaria y nutrición, estos productos de origen vegetal "confunden claramente al consumidor ya que, al utilizar estas denominaciones, le hacen creer que con su ingesta se pueden obtener los mismos beneficios nutricionales que se consiguen con los productos pesqueros".
Los escritos de denuncia del sector incluyen las tablas nutricionales comparativas con los nutrientes del producto vegano denominado Merluza, de Heura Foods, y de la auténtica merluza, así como del atún vegano al natural de Sea So Good, junto a la del atún auténtico. Estas tablas nutricionales, cuya fuente remite al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y su Guía de las Cualidades Nutricionales de los Productos Procedentes de la Pesca Extractiva y de la Acuicultura: Binomio Riesgo-Beneficio, "dejan patente y de forma clara los beneficios nutricionales que reporta la ingesta de los auténticos pescados y que no se obtienen con los productos de origen vegetal, lo que, en opinión del sector, supone un fraude y un engaño para el consumidor", dicen las asociaciones denunciantes. El sector pesquero deja claro, además, que aunque "mencionamos estos ejemplos, nos consta que hay más productos de origen vegetal vendidos por otras empresas que, aprovechando la tendencia cada vez mayor de las corrientes veganas entre la población, ocupan un nicho de mercado confundiendo al consumidor".
Denuncia de la OCU
De hecho, la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, ha presentado también ante la Agencia Catalana del Consumo una denuncia contra la cadena de congelados La Sirena por comercializar un producto 100% vegetal con la alegación de lomo de atún rojo congelado. Al igual que denuncia el sector pesquero, la OCU asegura que ha detectado "un creciente uso de etiquetados confusos o engañosos en los alimentos vegetales que imitan el aspecto de alimentos animales y pide a las autoridades una normativa más exigente".
La presencia en los lineales de alimentos elaborados con materias primas de origen vegetal, pero con la apariencia de carne o pescado, es cada día más habitual, y responde a las preferencias de los veganos y de otros consumidores que desean limitar la ingesta de productos de origen animal sin renunciar por ello a una experiencia de degustación similar. El problema surge, según la OCU, cuando "el etiquetado resulta confuso y por lo tanto engañoso para el consumidor, tal y como sucede con el producto Current Tuna que comercializa La Sirena porque, del mismo modo que se indica que es un producto 100% vegetal, se señala que se trata de lomo de atún rojo congelado, utilizando para ello un tamaño de letra similar y destacándolo con un fondo de color".
La Organización de Consumidores y Usuarios asegura que no está en contra de los productos veganos pero reclama que, tal y como ha hecho ya el Gobierno francés, se prohíban además denominaciones como filete, chorizo, salchicha o hamburguesa que están asociados a productos cárnicos. Y en la misma línea se pronuncian también Julio Morón y Javier Garat, presidente y secretario general de Cepesca, respectivamente. "Al igual que no se pueden vender ya leches de soja o avena porque no es leche sino una bebida vegetal, lo que nosotros reclamamos es que se impida comercializar como pescado algo que no lo es", aseguran.
La comercialización de estos productos –como recuerda el sector en sus escritos– incumple dos normativas en el ámbito de la competencia: la Directiva de 2005 relativa a las prácticas comerciales desleales asegurando que son aquellas actuaciones engañosas "que contengan información falsa o información que, aun siendo veraz, por su contenido o presentación induzca o pueda inducir a error a los destinatarios" y la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que establece que "el etiquetado y las modalidades de realizarlo no deberán ser de tal naturaleza que induzcan a error al comprador, especialmente sobre las características del producto".