La cadena Pizzerías Carlos cerró el año pasado con una facturación de 52,2 millones euros, un 6,5% más que en 2022, un crecimiento que supone un freno al avance registrado en aquel ejercicio, del 22,5%.
Tal y como reconoce el cofundador y socio director de la cadena, Francesc Ros, a pesar de mantener la línea de crecimiento desde la creación de la marca en 2009, el pasado año estuvo marcado por un entorno inflacionista que provocó unas agresivas políticas promocionales que lastraron el beneficio dentro del sector.
En este contexto, la cadena cofundada por este ex trabajador de Telepizza, cerró 2023 con un total de 11 aperturas que elevaron su red a un total de 93 restaurantes en nueve comunidades autónomas entre locales propios y franquiciados. Se trata de una expansión también inferior a la planeada para un año en el que la enseña aspiraba a inaugurar 20 establecimientos tras hacer abierto un total de 16 en 2022, año en que el fondo de inversión Taste of Italy, gestionado por DeA Capital, entró en el accionariado de la cadena para impulsar su crecimiento.
Entre medias, recuerda Francesc Ros, la firma ha cerrado dos de sus restaurantes para reubicarlos y ha completado un proceso de recompra de algunos de sus establecimientos franquiciados, principalmente en el entorno de Madrid, donde cuenta con mayor presencia, en lo que supone un cambio de estrategia que ha elevado el peso de la red propia al 75% del total de locales.
Cambio de estrategia
"Que el grueso de los locales sean propios nos permite un mayor control de los procesos y que estos se alineen totalmente con los intereses de expansión y los resultados del negocio", indica Ros, quien añade que la idea de la cadena pasa por aprovechar las sinergias y facilidades logísticas que ofrece el tener su planta de producción de masa centralizada en San Fernando de Henares (Madrid) para focalizar su expansión en formato de franquicia en regiones más alejadas como la cornisa cantábrica (Asturias, País Vasco y Cantabria), zona prioritaria para sus planes de crecimiento en el futuro. El objetivo de los propietarios y sus socios italianos con esta reintegración de locales, cuya inversión prefieren no hacer pública, pasaría por consolidar la estructura de la compañía.
En este sentido, el directivo avanza que en 2024 aspiran a abrir nueve restaurantes dentro de un crecimiento donde la franquicia se mantendrá como pilar clave y en el que el objetivo pasa por aumentar su presencia en mercados vitales como los cinturones metropolitanos de Madrid y Barcelona, además de Galicia y la Comunidad Valenciana, áreas en las que ha experimentado un avance notable en los últimos tres años.
Dentro de estos planes de crecimiento, la enseña seguirá apostando por la experiencia presencial en unos locales que están siendo sometidos a un proceso de remodelación de imagen a pesar de que el mayor peso de la actividad de Pizzerías Carlos recae en el formato de delivery, con un 70% del negocio.
