
Freixenet no podrá aprobar el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor como tenía previsto. El líder del cava trató de justificar la sequía como razón imprevista para presentar el ajuste para 615 trabajadores, pero la Generalitat ha denegado el motivo como razón suficiente para aludir a la fuerza mayor como pretendía la organización.
La conselleria de Empresa i Treball señaló que no considera probada la fuerza mayor para aprobar los despidos temporales del 80% de la plantilla de la compañía propiedad de Henkell y la familia Ferrer. Según avanzó El Periódico, el Govern señaló que la falta de lluvias no es sobrevenida, pues hace tres años que la sequía es un hecho en Cataluña.
La Generalitat compara su decisión con los otros seis ERTE aprobados en la comunidad por la sequía, que sí fueron considerados como causa de fuerza mayor. No obstante, dio su visto bueno porque la causa real eran las restricciones impuestas por la administración por la escasez de agua.
Tras conocer la negativa gubernamental, Freixenet emitió un comunicado en el que señaló que presentaran un nuevo ajuste, aunque en este caso por razones económicas, técnicas o de producción.
"El motivo de la solicitud original del pasado 22 de abril sigue vigente: la grave falta de uvas y vino base para la producción de Cava conduce a una reducción masiva del trabajo en los procesos de producción", señaló en la nota. "Freixenet viene instando a la D.O. Cava a actualizar la normativa y adoptar medidas para contrarrestar la tensa situación de suministro. Aunque la D.O. aprobó a mediados de abril medidas extraordinarias para la próxima cosecha, éstas no son suficientes ni llegan a tiempo para evitar un ERTE", añadió.
Henkell Freixenet terminó 2023 con unos ingresos de 1.230 millones de euros, el 4,1% más que en 2022. A pesar de la subida, ya expresó sus dudas sobre el devenir de esta campaña "debido a la incertidumbre provocada por la falta de materia uva derivada de la fuerte sequía que nos viene afectando desde el 2021 y con especial afectación en 2023 en la zona de El Penedès", destacó Pedro Ferrer, co-CEO Freixenet.
Como ya explicó elEconomista.es, se prevé que la falta de agua recorte un 30% la capacidad de producción del cava y en 2023 ya se perdieron 80 millones de botellas por este motivo. "Viendo que la demanda mundial de cava está en auge y que no podemos producir suficientes botellas para satisfacerla adecuadamente a corto plazo, la situación es realmente complicada a todos los niveles" añadió Ferrer.