
Las arcas del Estado español dejaron de percibir el año pasado un total de 286 millones de euros procedentes de los impuestos de la venta de tabaco tras aumentar un 0,4% el mercado ilegal de cigarrillos en nuestro país.
Según datos del estudio realizado por KPMG por encargo de Philip Morris Products, la venta ilícita de tabaco en España representa ya el 3,7% del total del consumo de estos productos en un contexto europeo donde este fenómeno experimentó un alza del 0,7% de media.
Este informe realizado en la UE, Reino Unido, Noruega, Suiza, Moldavia y Ucrania, revela que el aumento del mercado negro del tabaco vino impulsado principalmente por los incrementos registrados en Bélgica y, sobre todo, en Francia, que acaparó el 61,5% del consumo total de los 35.800 millones de cigarrillos ilegales.
Volviendo a España, los datos de KPMG indican que en 2022 se fumaron en nuestro país 440 millones de cigarrillos falsificados, un 50% más que en el ejercicio anterior, un consumo que trajo consigo un incremento de 38 millones de euros en las pérdidas recaudatorias del Estado.
En paralelo, el nivel de aprehensiones de fábricas ilegales de tabaco se cuadruplicó en 2022, con un total de 13 centros de producción desmantelados frente a las tres incautadas el año anterior.
Estabilización europea
A pesar de haber experimentado un aumento global, los responsables del informe destacan que el consumo ilícito de tabaco se estabilizó o se redujo en 21 de los 27 países de la Unión Europea, salvando el fuerte incremento de Francia.
Así, en el resto de mercados de la unión el consumo cayó un 7,5%, debido en gran medida a los descensos registrados en Grecia, Países Bajos, Portugal y Rumanía, siendo este último, junto a Polonia, los dos países donde se alcanzó la incidencia más baja desde que KPMG empezó a publicar sus estudios anuales.