
Los españoles cada vez gastan más en el supermercado y llenan su carrito con menos productos. Los datos del mes de marzo de la consultora NIQ apuntan a una caída del 5,3% en el volumen de compras en el sector de gran consumo, más del doble de la registrada en febrero (2,6%).
El efecto de la inflación queda patente al tener en cuenta que el gasto de los españoles en supermercados creció en marzo un 9% respecto al mismo mes de 2022 a pesar de haber reducido el volumen de sus compras. Y es que el aumento interanual de precios en marzo se situó en el 15,2%.
Por categorías, la alimentación volvió a ser la familia de productos que más se encareció en marzo, con un inédito incremento de precios del 19,6% en este periodo inflacionista, lo que se tradujo en un descenso del 10% de la demanda, una bajada sin precedentes según explica la consultora. En consecuencia, el peso de los alimentos en el gasto de la compra de los españoles dejó de ocupar el primer puesto en marzo, con un aumento del gasto del 7,7% que los sitúa por detrás de los avances de bebidas (12,5%) y de la sección de droguería, perfumería e higiene (11%).
En el caso de las bebidas, las ventas crecieron un 3% en volumen y un 9,2% en el precio, mientras que, en la sección de productos de higiene y droguería, estas cayeron un 4,7% lastradas por un encarecimiento del 16,5%.
Alimentos más inflacionistas
Entre los productos más inflacionistas del mes de marzo, la consultora destaca los incluidos en la categoría de azúcar y edulcorantes, con un alza de precios del 40,6% y una caída del 17,9% en la demanda; seguidos de la margarina, un 30,2% más cara que hace un año y una caída de ventas del 4,9%. A continuación, aparecen los lácteos con la mantequilla un 28% más cara, los quesos blancos pasteurizados (27,5%) y la nata (27%), con una bajada en el volumen del 4,8%. La leche líquida y las bebidas vegetales por su parte aumentaron de precio un 23,4% y vendieron un 11,6% menos.
El ranking de los alimentos más inflacionistas se completa con el arroz, con una subida del 25% y un retroceso del volumen de ventas del 24,5%; los postres preparados, con un alza del 24,2% y los alimentos infantiles (23,3%), acompañados con una bajada de la demanda del 22,3%. Mención especial merece el aceite, que sale de la lista de los alimentos que más se han encarecido, y aunque cuesta un 15% más que hace un año, se explica al compararlo con las consecuencias del estallido de la guerra de Ucrania, cuando se disparó el precio del girasol, principalmente.
Moderación
En la cara de la moneda, con alzas de precios más moderadas, se situarían categorías de productos como los platos preparados refrigerados (7%), los frutos secos (4,7%) y los vinos (3,5%), además de los aceites que, a pesar de encarecerse un 15%, abandonan la categoría de alimentos más inflacionistas en comparación con el mes de marzo de 2022, con el efecto de la guerra en Ucrania en su apogeo.
El efecto sobre los precios de la invasión rusa no se limitaría a los aceites, ya que, según Patricia Daimiel, directora general de NIQ para el Sur de Europa "el comportamiento del mes de marzo en la cesta de la compra ha sido singular, los precios han registrado su mayor alza, mientras que la demanda ha bajado cinco puntos respecto al mismo periodo del año pasado. Hay que tener en cuenta que entonces llevábamos un mes completo de guerra y los consumidores, ante la incertidumbre, decidieron comprar más. Además, las buenas temperaturas han motivado que se desplace el consumo a las salidas fuera del hogar".