
La vinculación de Heineken con la comunidad y la hostelería valenciana a través de Amstel se ha traducido en los últimos tres años, desde que estallara la pandemia en 2020, en una inyección de 91 millones de euros y en el impulso de su momento de consumo más diferenciador, l'Esmorzà.
Este impulso, que arrancó hace años con la instalación de su fábrica en Quart de Poblet, se ha traducido en el apoyo a tradiciones locales como las fiestas de las Fallas o a iniciativas culturales como los Concerts de Falles o los Premis Cacau d'Or, además de su promoción de la declaración del 16 de marzo como el Día Oficial de l'Esmorzà en colaboración con el Ayuntamieto de Valecia y las instituciones falleras.
Esta institución culinaria valenciana tiene su origen en los contundentes almuerzos que realizaban los trabajadores del campo a media mañana para seguir con sus labores. Normalmente acudían con sus propios bocadillos a los bares de la zona en esta paisa donde solo pagan la bebida consumida y la "picaeta", un aperitivo que consistía en encurtidos, el "cacau del collaret"(cacahuetes) y "els tramussos" (altramuces) que daban paso a un enorme bocadillo y culminaba con el "cremaet", un café solo con ron quemado.
La apuesta por esta tradición pasa por conseguir institucionalizar su día durante las Fallas como una tradición de referencia al igual que la Mascletà, La Cremà o La Despertà, y que este año ha quedado simbolizado a través del bocadillo ganador s del Cacau d'Or 2022, elaborado por el por Restaurate-Cafetería Pitti y compuesto por una base de panceta y paté de campaña a la plancha, con lechuga, cebolla pochada, queso havarti fundido, mayonesa y huevo frito de gallinas criadas en Picassent.
Tal y como recuerda el responsable de Relaciones Institucionales de Heineken, Pablo Mazo, el compromiso de Heineken con el entorno valenciano se tradujo en los últimos años en una inversión global de 340 millones de euros en los últimos tres años para apoyar a hosteleros, proveedores y socios locales, así como para poner en marcha grandes proyectos de sostenibilidad e innovación. Sólo en hostelería, la cervecera incrementó su inversión durante el pasado ejercicio un 41% hasta alcanzar los 40 millones, mientras que la partida destinada a proveedores entre 2020 y 2022 sumó 248 millones, una cifra que se incrementó un 30% en el último ejercicio, hasta los 99 millones.
Asimismo, dentro de su compromiso con la economía local y su apoyo al tejido socioeconómico, la cervecera emplea a 300 personas de forma directa y a más de 12.500 de forma indirecta.
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