Retail - Consumo

Los relojes de Rolex y Patek Philippe de segunda mano ganaron al mercado en 2022

  • El lujo se reafirma como activo refugio en periodos turbulentos
  • El precio de estos artículos cayó un 8%, frente al 19% del S&P 500
Un reloj Rolex. Foto: Dreamstime

Al igual que el oro, el lujo se convierte en un activo refugio en los periodos de turbulencias económicas. Sucedió en la pandemia y también con la guerra en Ucrania. Aunque no se libraron de los efectos de la inflación y las subidas de tipos de interés, estos artículos capearon mejor el temporal que otras inversiones. Prueba de ello son los relojes Rolex, Patek Philippe y Audemars Piguet de segunda mano, que registraron mejores rendimientos que los principales índices bursátiles y las criptomonedas en 2022, lo cual tampoco era muy complicado dada la debacle que vivió este sector el año pasado.

En concreto, el precio de los relojes de lujo de segunda mano cayó solo un 8%, mientras que el S&P 500 se dejó un 19% de su valor y el Nasdaq otro 33%. Una distancia que se amplía aún más en el caso de las criptomonedas, con el bitcoin desplomándose un 65% el año pasado, según Morgan Stanley.

Los relojes de alta gama de segunda mano vieron mermado su precio por el endurecimiento de las políticas monetarias de la Reserva Federal de EEUU y por las turbulencias en el sector de las criptodivisas, pero también por la explosión de su oferta. A saber, la demanda de estos artículos era tan elevada a principios del año pasado que disparó sus precios hasta alcanzar máximos históricos, como el Rolex Daytona 116500, que se llegó a vender a 48.500 dólares. Esto, a su vez, animó a los distribuidores y los propietarios de estos bienes a inundar el mercado, como demuestra el hecho de que el número de Rolex y Patek Philippe se duplicase, y el de Audemars Piguet aumentase un 78% en 2022.

Sin embargo, esta euforia derivó en una saturación del mercado y la consiguiente caída de los precios de los relojes de lujo en el último trimestre del año pasado. En el caso de los Rolex de segunda mano, su valor se redujo un 5%. Por su parte, los precios Patek Philippe y Audemars Piguet lo hicieron algo menos del 7%.

Para Morgan Stanley, lo que sucedió en el mercado de los relojes de segunda mano fue "la normalización de los precios", los cuales "se habían disparado tanto en los dos años anteriores que no había espacio para más subidas". Asimismo, señala que este descenso pesó en el mercado general porque estas tres marcas representan alrededor del 70% del mercado secundario de relojes, pero destaca que también hubo fabricantes -Cartier, Omega y Tudor, entre ellos- que vieron incrementarse los precios de sus productos en el tercer trimestre del año, según recoge Business Insider.

De cara al futuro, la entidad advierte de que los precios podrían seguir bajando hasta mediados de año, lo que no es una buena noticia para los vendedores -con algunos asumiendo pérdidas con tal de liquidar sus existencias-, aunque sí para los aficionados a estos artículos de lujo. En la actualidad, el precio medio de un Rolex Daytona 116500 de segunda mano es de 30.000 dólares.

El lujo, desatado en bolsa

El sector del lujo ha empezado el año con muy buen pie. El precio de las acciones de LVMH, el grupo que integra Louis Vuitton, Tiffany & CO y Sephora, ha subido un 20,4% desde enero -pasando de rozar los 680 euros a los 818,40 euros- y su capitalización bursátil se sitúa ya en los 410.140 millones de euros, todo un récord para el conglomerado que dirige Bernard Arnault, el hombre más rico del mundo a día de hoy.

Otro que registra máximos históricos es Hermès. En lo que va de año, el valor de los títulos de la casa francesa se ha disparado un 20,90% hasta alcanzar los 1.747 euros, mientras que su capitalización de mercado se encuentra en 186.830 millones de euros.

Por su parte, el grupo Kering, propietario de Gucci, ha subido un 24,08% desde el 30 de diciembre de 2022, lo que deja sus acciones cotizando a 590 euros y su capitalización bursátil en 73.650 millones de euros.

El principal protagonista y catalizador de estas subidas es China, que hasta la llegada de la pandemia había sido un elemento clave para la industria del lujo. Ahora, la relajación de las estrictas restricciones impuestas por el Gobierno de Pekín hace casi tres años ha llevado a los analistas e inversores a pensar que podría retomar ese papel en un futuro cercano.

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