Food Delivery Brands, la empresa que gestiona la marca Telepizza podría quedarse con Chile como el único mercado en el que tiene presencia en Latinoamérica. Tal y como adelantó elEconomista.es el pasado 13 de enero, la compañía ha firmado un acuerdo con Yum! por el que antes del próximo 31 de diciembre abandonará la gestión de Pizza Hut en todo el continente salvo en Ecuador, México, Colombia y Chile.
No obstante, y según ha comunicado la propia compañía a sus acreedores, existe también una opción de venta por la que podría traspasar la masterfranquicia de la marca a terceros en todos estos mercados, salvo el chileno, donde la presencia de Telepizza es mayor que la de Pizza Hut. El mercado latinoamericano tenía hasta ahora una importancia estratégica para Telepizza, pero la situación ha cambiado.
De hecho, su plan de expansión se centraba en esta región, donde en 2021 abrió 70 nuevos locales, hasta alcanzar los 1.334 establecimientos. En Europa apenas realizó 34 aperturas, sumando 1.040 locales. En total, Food Delivery Brands cuenta con 2.374 establecimientos operativos a nivel mundial en 33 países.
Con el objetivo de afianzar precisamente su expansión en Latinoamérica, Telepizza firmó un acuerdo en diciembre de 2018 con Yum!, la dueña de Pizza Hut, por el que se convirtió en Food Delivery Brands y pasó a ser el operador global líder en la distribución de pizza a domicilio, con cerca de 2.500 establecimientos repartidos en 36 países y un mercado potencial de 500 millones de consumidores.
De forma paralela, la compañía que dirige ahora Jacobo Caller está negociando la reestructuración de su deuda. KKR, su mayor accionista, ha ofrecido una capitalización de la misma a los acreedores, lo que implicaría, además, su dilución. De esta manera, el consorcio inversor al completo se diluiría y los bonistas entrarían en el accionariado junto al fondo americano y sus socios.
Reestructuración financiera
Oak Hill, Fortress, Blantyre y H.I.G Capital, tenedores de más del 70% de los bonos de Food Delivery Brands, tomarán así el control de la compañía. El acuerdo supondrá la dilución de los actuales accionistas, encabezados por KKR, según han confirmado fuentes financieras, mediante la capitalización de una parte significativa de la deuda, cifrada en torno a 180 millones de euros.
El positivo avance en las negociaciones ha permitido, además que el grupo haya aplazado el pago de 12 millones de euros en intereses para el cupón de sus bonos al haber suscrito un waiver (acuerdo de suspensión temporal) dentro del propio pacto de reestructuración.