Jacobo Caller, el consejero delegado de Telepizza, está a un paso tan solo de poder enderezar el rumbo de la compañía tras el acuerdo alcanzado con Yum! para la gestión de la marca Pizza Hut en Latinoamérica.
Además de renegociar el acuerdo con Yum!, su accionista mayoritario, KKR, ultima un acuerdo para ceder el control de la empresa a sus acreedores a cambio de una capitalización de la deuda.
En 2018 la empresa anunció una alianza, que en aquel momento calificó de histórica, por la que la Telepizza, hoy transformada en Food Delivery Brands, vendía su enseña a Yum! por solo 10 millones de euros, pero, a cambio, se hacía con el control de Pizza Hut en un total de 33 países y sumaba una red conjunta de 2.500 tiendas. El compromiso, eso sí, pasaba por la expansión en Latinoamérica, salvo Brasil, además de España y Portugal, con la obligación de abrir 1.500 tiendas nuevas en un plazo de 10 años.
Fueron unas condiciones absolutamente leoninas, prácticamente utópicas, que provocaron el rechazo de una parte del equipo gestor y hasta la salida incluso de Marcos de Quinto, exvicepresidente mundial de Coca-Cola, como consejero de la empresa. Fueron muchos en la propia compañía y fuera de ella los que ya entonces consideraron que aquel acuerdo era prácticamente imposible de cumplir, pero es que además llegó la pandemia apenas dos años después y todo se fue definitivamente al traste.
Aperturas
Food Delivery Brands, heredera de la antigua Telepizza que suma hoy también la marca Pizza Hut, contaba al cierre del primer semestre del último ejercicio con 2.350 tiendas, de las que 1.823 son franquiciadas y otras 527 propias. Aunque en el último año, la empresa ha abierto así 26 tiendas propias y otras 65 franquiciadas, sigue estando muy lejos de los objetivos marcados con Yum!. Con una deuda neta al final del primer semestre de 399 millones, la compañía, propiedad de KKR, decidió contratar el pasado mes de noviembre a Houlihan Lokey, además de Kirkland & Ellis y Uría Menéndez como asesores jurídicos, para reestructurar su deuda ante sus las necesidades de liquidez, y renegociar la alianza con Yum!.
En un comunicado con motivo de la presentación de los resultados del tercer trimestre, la empresa reconocía que "la elevada inflación y la duración y profundidad de la desaceleración económica están afectando a la rentabilidad del grupo, así como a la de los franquiciados, cuando aún no habían superado los impactos derivados de la pandemia". Ante ello, admitía, "la liquidez del grupo sigue siendo la prioridad principal, por encima de cualquier objetivo de expansión u otros compromisos del negocio derivados de la alianza con Yum!".
Un éxito de Caller
Telepizza estaba contra la espada y la pared y parecía casi imposible darle la vuelta a la situación. Pero el caso es que el equipo gestor que encabeza ahora Jacobo Caller lo ha conseguido. Tal y como adelanto el pasado sábado elEconomista, la cadena española ha pactado quedarse únicamente como masterfranquiciado de Pizza Hut, además de España y Portugal, en los cuatro mercados más importantes para el grupo en Latinoamérica: México, Chile, Colombia y Ecuador. En todos los demás, Yum! pasará a explotar la marca Pizza Hut con masterfranquiciados locales.
Caller salva así con éxito el primer match point. Ahora, queda pendiente el segundo, aunque en este caso la solución ya no está en sus manos, sino en las de KKR. El fondo, accionista mayoritario de Food Delivery Brands, ha propuesto a los acreedores la capitalización de la deuda y su dilución en el accionariado. Los términos de la operación todavía se están ultimando, pero todo indica que la negociación va por muy buen camino y que podría cerrarse en breve. Telepizza logra vez así la luz y garantiza su futuro.