
KKR encarrila las negociaciones con los bonistas para la reestructuración de deuda de Food Delivery Brands, la compañía que gestiona Telepizza y masterfranquiciado de Pizza Hut en España, Portugal y Latinoamérica. Según confirman fuentes próximas a la negociación, el private equity estadounidense ha ofrecido una capitalización de la deuda a los acreedores, lo que implicaría, además, su dilución. De esta manera, el consorcio inversor al completo se diluiría y los bonistas entrarían en el accionariado junto al fondo americano y sus socios.
El citado consorcio inversor, liderado por KKR, está integrado por la gestora ibérica de capital privado Artá Capital, Torreal -la sociedad de capital riesgo de la familia Abelló-, Altamar y Safra Group, del magnate Joseph Safra-, a través de la sociedad Tasty Bidco, que controla el 84,3% del capital. El resto del accionariado está en manos del fondo BG Select Investments, de origen irlandés, con el 15,1%, y de otros accionistas minoritarios.
El fondo americano liderado por Jorge Lluch en España y sus socios tomaron el control de la compañía en 2019 mediante una opa de exclusión de bolsa que valoró la cadena española en 604 millones de euros.
Food Delivery Brands acumula un endeudamiento neto de 412 millones de euros y aunque tiene un ebitda (resultado bruto operativo) positivo -28 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses del ejercicio fiscal- no genera la suficiente caja para poder afrontar los próximos vencimientos de deuda. La mayoría del pasivo del grupo está compuesto por bonos, que sumaban 335 millones de euros al cierre del semestre, mientras el resto corresponde a un crédito revolving (45 millones), un préstamo del ICO (39,2 millones) y otras líneas de menor cuantía.
KKR habría solicitado inicialmente una quita del 75% con la finalidad de compensar las pérdidas acumuladas por la cadena durante los tres últimos años, que ascienden a 195 millones. Una solución que, según las fuentes consultadas, los bonistas de Telepizza no estarían dispuestos a asumir. Tampoco las otras dos alternativas sobre la mesa -préstamos participativos o una ampliación de capital- son, en estos momentos, viables, por lo que la opción que cobra más fuerza es la capitalización de deuda.
En ese sentido, KKR y los bonistas están negociando ya el importe que se capitalizaría, así como la dilución final del consorcio inversor en el accionariado. De acuerdo siempre con las fuentes consultadas por este periódico, las conversaciones avanzan a buen ritmo y, aunque las posturas aún están distantes, podría alcanzarse un acuerdo en el plazo de unas semanas.
La reestructuración de deuda de Telepizza no es, sin embargo, el único obstáculo que tiene que salvar Food Delivery Brands, obligada también a renegociar la alianza estratégica con Yum! Brands, propietario de la marca Pizza Hut.
En 2018, bajo la gestión del anterior equipo directivo, liderado por Pablo Juantegui, Telepizza vendió su marca por 10 millones a Yum! y se convirtió en el masterfranquiciado de Pizza Hut en Latinoamérica (a excepción de Brasil), la región del Caribe, España, Portugal y Suiza, saliendo así del resto de los mercados en los que estaba presente. Según las mismas fuentes, la alianza estratégica con Yum! Brunds, propietario de la marca Pizza Hut, está impactando en la liquidez de la compañía, aunque el acuerdo resulta estratégico para la viabilidad de Telepizza.
El problema de fondo es que Telepizza se comprometió a abrir 1.300 restaurantes en 10 años y, con el impacto de la pandemia y la guerra en Ucrania, ese objetivo se antoja muy difícil de cumplir. Food Delivery Brands llegó a plantearse incluso un arbitraje e incluso Yum! pensó en la posibilidad de romper el acuerdo, pero durante los últimos días ambas partes han logrado acercar sus posturas. El fondo americano y los acreedores confían en poder alcanzar un acuerdo a principios de 2023.
Cifra récord de ventas y generación de caja
Pese a las dificultades que está atravesando para cumplir el acuerdo con Yum! y la necesidad de reestructurar deuda, Food Delivery Brands ha alcanzado una cifra récord de ventas y sigue generando, además, caja. La propietaria de Telepizza registró durante los primeros nueve meses del año ventas por valor de 958 millones de euros, lo que supone un incremento del 17,9% sobre 2021 y un 4,6% sobre 2019, antes de la irrupción de la pandemia. Solo durante el tercer trimestre, la facturación de la cadena alcanzó los 339,2 millones de euros, un 16,6% más que en el mismo periodo de 2021.
Aún con este aumento en ventas, el negocio del grupo se ha visto impactado por la inflación durante los primeros nueve meses y el ebitda ajustado se sitúa en los 28 millones de euros, un 5,8% menos que el año anterior debido a la dificultad para repercutir íntegramente la subida de costes a los consumidores.
En este contexto, y aunque sigue generando caja, la compañía prevé que el ebitda caiga hasta los 36 o 39 millones de euros al final del año, por debajo de la estimación realizada en el primer trimestre, dadas las débiles perspectivas de ventas para el último trimestre y el impacto de la inflación. La situación de incremento de precios y de costes también impacta en la liquidez del grupo, que se situaba a 30 de septiembre en 26,5 millones de euros, así como en la deuda neta, que alcanzó en los nueve primeros meses del año los 412,7 millones, un 8% más que en el mismo periodo del año anterior.
Más allá de la reestructuración de la deuda, la empresa sigue apostando por el crecimiento tanto en España como en el exterior a través de nuevas aperturas.