
La materialización de la rebaja del IVA aprobada por el Gobierno a miles de productos de la cesta básica de la alimentación a pocos días laborables para cerrar el año, lejos de plantear un reto a la gran distribución, estará lista en tiempo y forma el próximos lunes 2 de enero cuando los supermercados abran al público ya en 2023.
Las cadenas de supermercados trabajan contrarreloj desde el pasado martes en la adaptación de las etiquetas de precio de entre 3.000 y 5.000 referencias de productos afectados por la supresión del IVA, como huevos, leche o legumbres, o su rebaja del 10% al 5% en el caso de los aceites y las pastas.
Esta adaptación, recuerdan desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), tiene una vertiente física, que se refleja en los pasillos y los lineales de los puntos de venta, y otra informática, de modificación de los códigos de barras que pasan por los lectores y pistolas de los terminales de cobro.
Estrecho margen
A pesar del estrecho margen de tiempo, de apenas cuatro días laborables, el director general de la patronal, que incuye a cadenas como Mercadona o Dia, Ignacio García Magarzo, ha asegurado que la gran distribución tendrá todo listo para la entrada en vigor de la normativa el próximo 1 de enero, que cae en domingo y festivo.
Fuentes de estas grandes cadenas de distribución alimentaria recordaban a este periódico que, más allá del revuelo que ha suscitado la aprobación de esta rebaja a última hora, las compañías del sector tienen integrada en su operativa diaria la rutina del cambio de precio de manera sencilla gracias a la transformación tecnológica vivida en las últimas décadas.
En este sentido, Aurelio del Pino, presidente de la Asociación Española de Cadenas de Supermercados (Aces), ha recordado que, a pesar de la premura y de haber excluido alimentos como carne y pescado, el sector de la distribución valora la rebaja aprobada por el Ejecutivo de manera positiva. La iniciativa, según Del Pino, va en la línea que defienden desde hace meses de apoyo a un consumidor que ha sufrido una escalada de precios a consecuencia, principalmente, del encarecimiento de las materias primas, la electricidad y los carburantes.
El Gobierno estará vigilante
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se mostró ayer convencido de que la rebaja será "efectiva", recalcando que confía en la "colaboración" de un sector al que animó a detallarla en paneles y tickets. Planas también añadió que el Gobierno vigilará los precios a través del Observatorio de la Cadena Alimentaria, con independencia de las sanciones que aplique la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).