Retail - Consumo

La brecha entre ricos y pobres en China se amplía: los hogares con rentas altas gastan un 5% más en 2022

  • Por el contrario, las familias con menos recursos reducen su consumo
  • Hace tres años, el gastos era casi el mismo en ambos grupos
Una calle de Pekín, China. Foto: Europa Press

A pesar de las medidas impuestas por el Gobierno de Pekín para controlar la pandemia -marcadas por estrictos y prolongamos confinamientos, y la consiguiente paralización de la economía de China- y el desplome del mercado inmobiliario, los chinos ricos no solo han seguido consumiendo, sino que, además, han incrementado sus gastos con respecto a 2021. En cambio, los hogares más pobres los han reducido, ampliándose así la brecha entre ambos grupos.

En general, los hábitos de consumo del 60% de los hogares chinos -en todas las categorías de renta- no han variado a lo largo de 2022. Sin embargo, el gasto del 26% las personas con unos ingresos familiares anuales superiores a 345.000 yuanes (casi 47.000 euros) han aumentado un 5% o más este año, según una encuesta elaborada por McKinsey and Company a más de 6.700 consumidores chinos. Entre las razones que explican esta tendencia, los analistas de la consultora destacan la mayor confianza que muestra este grupo poblacional en lo que respecta a su riqueza personal y sus perspectivas de futuro, pues esperan mantener su puesto de trabajo e, incluso, recibir algún aumento salarial. Aún así, cabe señalar que esa cifra ascendía al 36% en 2019.

Por otro lado, el 27% de los chinos con menos ingresos -inferiores a los 85.000 yuanes al año (unos 11.560 euros anuales)- ha moderado el dinero destinado al consumo, mientras que tan solo el 12% lo ha incrementado. En su caso, se debe a que estos hogares "se muestran más indecisos".

Como resultado, esta situación ha ampliado la brecha entre ambos grupos, que ha pasado de ser mínima a crecer considerablemente en apenas tres años, apuntan los analistas de McKinsey and Company. No obstante, la consultara a esperar que se produzca una transferencia masiva de hogares de la categoría de ingresos más bajos hacia el grupo más acomodado de aquí a 2025.

Luz al final del túnel

Por su parte, China ha anunciado recientemente un nuevo paquete de medidas destinado a aliviar el descontento generado por su política Covid cero. Entre otras cosas, el Gobierno de Pekín va a permitir que algunas personas se pongan en cuarentena en su hogar en lugar de en campamentos centralizados y también elimina los requisitos de prueba para entrar en la mayoría de los lugares públicos, salvo en las residencias de ancianos, escuelas primarias y secundarias y clínicas de salud. Además, los ciudadanos ya no necesitarán mostrar pruebas de virus negativas o códigos de salud para viajar entre diferentes partes del país.

El Ejecutivo chino también se ha propuesto acelerar la vacunación entre los ancianos y prohibir a los funcionarios locales designar grandes áreas, como complejos habitacionales completos, como de alto riesgo.

Un total de 10 nuevas medidas que se suman a las otras 20 anunciadas hace un mes para mejorar el control del virus. El ritmo al que se implementan las flexibilizaciones refleja la creciente presión sobre el presidente Xi Jinping para trazar un camino en el fin de la política de Covid cero, que incluye pruebas generalizadas y bloqueos radicales, lo que ha dejado a China aislada y con dificultades económicas generalizadas.

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