La pandemia, los cortes en la cadena de suministros, la inflación y la guerra de Ucrania han puesto el foco de atención en los actores que intervienen en cada una de las fases de la distribución de los alimentos. Se trata de un grupo muy reducido, pero cuya concentración de poder es propia de un oligopolio, según los estándares de los economistas. Estos son algunos de los denominados 'Barones de la Alimentación'.
No se puede hablar de alimentación sin mencionar a Cargill, la mayor empresa privada de EEUU. A lo largo de sus 157 años de vida, la compañía se ha expandido hasta contar con 155.000 empleados y estar presente en 125 países. Sus operaciones van desde la producción de ingredientes alimentarios, a la nutrición animal, pasando por determinados servicios financieros y metales. En cuanto a sus beneficios, en el pasado ejercicio fiscal -comenzó el 1 de junio de 2021 y terminó el 31 de mayo de 2022-, el gigante estadounidense ingresó 165.000 millones de dólares, lo que supuso un incremento del 23% con respecto al año anterior.
El dominio del sector por parte de las compañías chinas también es significativo. Entre ellas destaca COFCO Corporation, la mayor empresa agroalimentaria de China, que cerró 2021 con unos ingresos operativos globales de 664.900 millones de yuanes (casi 94.000 millones de dólares) y unos beneficios totales de 23.800 millones de yuanes (más de 3.360 millones de dólares), según los datos publicados en su página web. Su objetivo es liderar las cadenas de suministro mundiales de cereales, semillas oleaginosas, azúcar, café y algodón.
Otra de esas empresas es Syngenta, cuyo principal propietario es el Gobierno de Pekín. En 2020, este grupo controlaba una cuarta parte del mercado mundial de productos químicos agrícolas, con 15.000 millones de dólares en ventas, según se desprende del informe Food Barons 2022 elaborado por ETC Group.
Por otro lado, a nadie sorprende que Pepsico, Nestlé, Anheuser-Busch InBev, Mars y Coca-Cola se encuentren liderando la lista de barones del sector de la alimentación y las bebidas. Por poner un ejemplo de su magnitud: en 2020, los ingresos netos de la primera compañía mencionada ascendieron a 1.850 millones de dólares, según publicó en su momento CNBC.
El informe también hace hincapié en el papel cada vez más importante que está asumiendo Oriente Medio. En concreto, sostiene que la compra de Louis Dreyfus -una de las principales compañías de productos básicos del mundo- por parte de un holding estatal de los Emiratos Árabes Unidos demuestra que los países ricos están buscando formas de garantizar su seguridad alimentaria frente al cambio climático. Todo ello, sin tener en cuenta la sostenibilidad o el impacto que está acumulación tendrá en las regiones más pobres.
Asimismo, señala que la digitalización ha contribuido a la acumulación de poder de estos barones. En el lado opuesto estarían los trabajadores agrícolas tradicionales, quienes corren el riesgo de ser expulsados de sus tierras para ser sustituidos por tecnología robótica.
La industria de la alimentación abarca 11 sectores: entre ellos, el de las semillas, los productos agroquímicos, los fertilizantes sintéticos, los productos farmacéuticos para animales, los comerciantes de productos básicos, la venta minorista de comestibles y la entrega de alimentos.