
Los productos básicos de la cesta de la compra no dejan de subir. Así, mientras que el IPC de mayo subió un 0,8% mensual, los productos básicos de la alimentación, como el pan, los plátanos, la harina o los cereales, lo hicieron un 4,5%, lo que supone multiplicar el incremento por 5,6.
Gelt, plataforma especializada en compra inteligente en el sector del gran consumo, que analiza más de 800.000 tickets cada mes, ha elaborado, con datos del INE, un análisis del comportamiento de los precios de los productos de la cesta de la compra con respecto al IPC. Tras unos meses de constante escalada, los precios mantienen una tendencia clara de incremento, muy por encima del Índice de Precios al Consumo.
El estudio se ha elaborado sobre una lista de compra básica compuesta por 18 productos que incluye frutas, verduras, carne, pescado y productos básicos de alimentación. En él se revela que las mayores subidas correspondieron a alimentos como el pan (9,6%); los plátanos (8,6%); la harina (7,6%); los cereales (6,7%) y las judías verdes (6,6%).
No obstante, la mayoría de los alimentos han subido por encima del 5%, caso de el pack de seis cervezas (5,8%); o del de yogures (4%); el kilo de pollo (5,4%) o el kilo de merluza (5%). Lo que menos subió fueron el paquete de macarrones (0,8%) o la docena de huevos (0,4%), mientras que las manzanas no subieron nada.
Según datos de Gelt, la cesta de la compra se encareció en un 7% desde principios de enero hasta abril, especialmente empujada por cereales (24%); aceite (19%); huevos (17%); galletas (14%) y harina (10%).
José Luis Varela, director general de datos de Gelt, explica que: "Estamos claramente viviendo un momento difícil para la economía familiar. A las tensiones de las subidas de tipos de interés, que afectarán a las hipotecas, y de los costes de la energía, se suma la escalada de una cesta de la compra que sube sus precios incluso por encima del propio IPC".
Varela subraya que "las fuertes subidas vividas a principios de año con incrementos de precio en el entorno del 20% en algunos productos como los cereales, el aceite y los huevos a raíz de la guerra son difíciles de asumir para las economías más ajustadas, lo que concede mayor importancia a las promociones y ofertas de las marcas".