
El Grupo Siro, uno de los gigantes galleteros de España, se acerca al cierre. La entidad ha anunciado el cese de la actividad de sus fábricas en Aguilar de Campoo, Venta de Baños y Toro debido a la negativa de gran parte de sus empleados a acogerse al programa de recortes propuestos por los inversores Davidson Kempner y Afendis. Además, la compañía de alimentación ha anunciado que dejará de pagar la nómina correspondiente al mes de mayo de 1.700 trabajadores
Los citados trabajadores están empleado en las plantas de Venta de Baños y Aguilar de Campoo (Palencia) y Toro (Zamora) tras la retirada del socio inversor, según ha declarado a Onda Cero Palencia la presidenta del Comité de empresa de galletas en Venta de Baños, Mari Mar Rodríguez.
Dichos inversores habían ofrecido inyectar 180 millones de euros y hacerse cargo del 75% del accionariado del grupo, con el fin de hacer frente a la deuda de 300 millones de euros que tenía la compañía. Para poder sellar el acuerdo, era necesario reducir los salarios y modificar condiciones, como la antigüedad.
El plan había recibido el visto bueno de los empleados de Aguilar de Campoo y el rechazo de los de Venta de Baños, lo que suponía el cierre de esta última. La plantilla de alrededor de 190 trabajadores sería trasladada a otras plantas de Castilla y León o bien serían indemnizados. Sin embargo, desde la fábrica de Toro han demostrado su negativa y han recriminado que "el plan supondría una pérdida de derechos, como la antigüedad, además de la ampliación de jornada laboral y la pérdida de poder adquisitivo. No es solo el salario que nos van a quitar, es lo que vamos a dejar de ganar".
Ante esto los inversores han decidido retirar su inversión, tal y como han señalado desde el Grupo Siro. "Os informamos de que el inversor ha comunicado por escrito, dada la situación de falta de acuerdo con los trabajadores para la mejora de la competitividad, que no está en disposición de proceder con el cierre de la operación ni, por tanto, de acometer la inversión en los términos previstos en el acuerdo".
Durante la pandemia, el Grupo Siro tuvo unas ventas netas de 464 millones de euros, un 20% menos que el año anterior. A pesar de esto, la compañía se ha mantenido en como la segunda empresa galletera española por detrás de Mondélez, que produce Oreo, Chips Ahoy!, TUC y Belvita, entre otras. Sin embargo, desde el grupo han asegurado que la producción "tiene un coste salarial del 29% superior a la media del resto de las fábricas de la compañía y un nivel de ausentismo del 18,2%, frente al 6% de las plantas de Castilla y León".
El cierre supone la desaparición en los supermercados de una de las marcas de galletas más tradicionales y conocidas, ya que también se esconde bajo los productos de Hacendado, la marca blanca de Mercadona. Asimismo, es un fuerte golpe para el empleo de las zonas rurales donde están las fábricas y para el sector agrario de Palencia, Zamora y Valladolid, que vende parte de su producción a la galletera.