
El diferencial entre el rendimiento de la deuda española y los pagos del Ibex está en 3,5 puntos porcentuales, en máximos de 2009. En Alemania y Francia está en el nivel más alto de la historia.
Con los tipos de interés por los suelos y las expectativas de inflación en niveles mínimos, las alternativas para el inversor más conservador siguen desapareciendo paulatinamente. En estas condiciones, la rentabilidad de la deuda de las grandes economías de la eurozona se sitúa cerca de mínimos históricos -ayer España los renovó, en el 1,11 por ciento- y con el mercado de renta variable recuperándose, la brecha entre la rentabilidad que ofrecen los dividendos y el rendimiento de los bonos se sitúa en zona de máximos de 2009 en España y en el nivel más alto de la historia en países como Francia o Alemania. ?Desde la quiebra de Lehman Brothers y las crisis posteriores ha habido muchos cambios en el escenario económico mundial. En este contexto, los principales bancos centrales del mundo han desempeñado un papel clave en la nueva realidad económica y financiera?, indica Marisa Cabrita, gestora de activos de Orey Financial.
En cualquier caso, la situación ha cambiado sustancialmente desde 2009. En aquel momento, la rentabilidad del bono español estaba por encima del 4 por ciento y los rendimientos de los dividendos de las empresas se encontraban en niveles insostenibles. Ahora, aunque el entorno macro sigue siendo complicado, el paisaje ha cambiado a mejor y, teniendo en cuenta los dividendos y los cupones de la deuda soberana, la bolsa nunca había estado tan atractiva, si bien los expertos resaltan la necesidad de buscar pagos seguros.
"Aún pensamos que el principal juego es el gap entre las rentabilidades de la renta variable y de la renta fija, tanto corporativa como soberana. Las acciones nunca han sido tan baratas sobre esta base. Si estamos en lo cierto, (...) todo lo que importa desde la perspectiva de la bolsa es la seguridad de dividendo", indican en Citi.
Así, el nivel de convicción sobre las posibilidades de la bolsa europea no está en su mejor momento, pero son muchos los que advierten de que invertir en renta fija ya no es una opción. Así, en Quadriga consideran que ?los bonos soberanos constituyen una de las mayores burbujas de la historia financiera? y advierten de que "invertir en renta fija con tires negativas es más una forma de especulación que una inversión".
Cómo buscar dividendos
Con los activos que tradicionalmente han sido más seguros ofreciendo rentabilidades nimias o, incluso, negativas, hay quien empieza a preguntarse si optar por otros activos que, en teoría, tienen un riesgo mucho mayor, ya no es tan arriesgado. "Nosotros consideramos que hay mucho más riesgo en la renta fija que en la variable", indica Jorge González, analista de Tressis. Asimismo, desde Quadriga avisan de que "si la situación [de la renta fija] se da la vuelta, todos aquellos fondos que no hayan previsto y gestionado adecuadamente este riesgo entrarían en rentabilidades negativas de las que tardarían años en recuperarse."
De este modo, una de las opciones que encuentra el inversor es poner su dinero en compañías que ofrecen dividendos sólidos, sostenibles y cuyos pagos sean en efectivo. Pere Moratona, responsable de renta variable de Trea, considera que es clave fijarse en "la generación de caja" y que "en un porcentaje altísimo de casos cubre con holgura el dividendo que pagan las empresas". Si bien advierte de que "quien quiera rentabilidad no puede estar exento de volatilidad y riesgo". Asimismo, Andrew Harvie, de Columbia Threadneedle, cree que "en contraste con los gobiernos, muchas compañías han hecho un buen trabajo reparando sus cuentas en los últimos años, están disfrutando de unos beneficios y un flujo de caja saludables y están recompensando a sus accionistas con mejores dividendos". Además, Harvie considera que los pagos "proporcionan un signo claro de que una compañía tiene un buen modelo de negocio", aunque advierte de que "no toda acción de dividendo es una buena inversión".
De este modo, no hay que dejarse guiar solo por la rentabilidad -y sostenibilidad- de los pagos, ya que no son pocas las compañías que retribuyen en scrip, una opción que diluye al accionista y que no deja de ser una ampliación de capital encubierta. "El scrip no es un dividendo como tal, ya que este tiene que salir de la cuenta de resultados", explica Jorge González.
España
En el caso concreto de España, la deuda a diez años ofrece solo un 1,11 por ciento, lo que supone situarse en zona de mínimos históricos. Por contra, los pagos de las compañías rentan un 4,6 por ciento a los precios actuales, si bien es verdad que el selectivo ha sufrido una caída del 10 por ciento en lo que va de año. En este contexto, hacer una selección de los dividendos más sólidos se antoja fundamental. Y es que entre los pagos más rentables se cuelan varios que están puestos en duda por el mercado -como el de Telefónica- otros en los que se prevén descensos -Endesa- y varios dividendos en scrip -Repsol y algunos bancos-.
En el caso concreto de las entidades, además de retribuir en papelitos, sus rendimientos se han disparado después de haberse desplomado en el parqué, algo que Jorge González no considera "positivo, sino todo lo contrario, ya que se pueden ver recortes de los pagos, que muchos sean en scrip, etc".
Entre los dividendos que ofrecen una rentabilidad atractiva y, al mismo tiempo, seguridad al inversor se cuelan los de Mapfre, Gas Natural, Abertis, Enagás y Mediaset, con rendimientos que van del 5,1 al 5,4 por ciento -ver gráfico-. Ninguno de estos valores cuenta con una recomendación de compra -son todos un mantener a excepción de Mapfre, que es una de las tres únicas ventas del Ibex-, y Abertis es la firma con un consejo más sólido.
Francia
Entre las grandes economías de la eurozona, el país que ofrece un mayor diferencial entre el rendimiento de la retribución y de la deuda soberana es Francia. Con su bono a 10 años en el 0,2 por ciento, la rentabilidad del 3,8 por ciento que dan los dividendos del Cac constituyen una buena forma de obtener beneficios, si bien estos nunca estarán exentos de volatilidad.
Los dos dividendos más atractivos en el país son los de Crédit Agricole y Vivendi, ambos con un 7,4 por ciento de rentabilidad anual. Sin embargo, entre las cinco retribuciones con mayor rentabilidad del país se encuentran dos compañías que, para los analistas, son mejores opciones: Axa -que tiene la mejor recomendación de todo el EuroStoxx 50- y Engie, ambas con una sólida compra, frente al mantener del banco y de la teleco. De hecho, hace unas semanas la aseguradora fijó su objetivo de payout para su plan estratégico hasta 2020 en un rango entre el 45 y el 55 por ciento, lo que "probablemente es más alto de lo esperado y podría ser tomado de manera positiva por el mercado", explican desde Berenberg.
Alemania
Si toda la deuda de la eurozona ofrece rentabilidades pírricas, el caso alemán es aún más sangrante. Su deuda hasta 10 años se encuentra en terreno negativo y hasta 6 años ofrece rentabilidades aún inferiores a la tasa de depósito del BCE, que se sitúa en el -0,4 por ciento, por lo que se queda fuera del alcance de las compras del QE de Draghi.
En el Dax, que retrocede un 5,5 por ciento en lo que va de año, el dividendo de Allianz es el más atractivo, con una rentabilidad que roza el 6 por ciento. Además, la aseguradora cuenta con un consejo de compra y un potencial que alcanza el 27 por ciento. Los expertos esperan que la compañía germana logre aumentar sus ganancias a un ritmo del 4 por ciento entre 2016 y 2018, al mismo al que esperan que crezca su retribución, hasta ofrecer un rendimiento de casi el 6,5 por ciento dentro de dos ejercicios.
La lista de los cinco pagos más jugosos del índice alemán la completan Munich Reinsurance Company, Daimler, Lufthansa y Prosiebensat. De estas, solo Daimler cuenta con un consejo de compra, mientras que los expertos recomiendan alejarse de Lufthansa, que es un claro vender.
Las grandes de Europa
Entre las grandes compañías del Viejo Continente, los pagos más suculentos -sin tener en cuenta aquellas firmas que ya han aparecido en el desglose por países, que abonan su retribución en papelitos ni a la banca italiana por la incertidumbre que vive-, son los de Assicurazioni Generali, que en estos niveles ofrece un rendimiento de casi el 7 por ciento con un consejo de mantener. Así, ING se erige como una opción mejor: con una rentabilidad solo dos décimas inferior a la de la aseguradora tiene un claro consejo de compra: "La entidad continúa siendo uno de los ejemplos modélicos en la nueva era financiera. Una actitud realista sobre las perspectivas sobre la cifra de negocio implica que están concentrados en los riesgos y en los costes, lo que debería proporcionar un retorno sostenible para los accionistas", señalan en Berenberg.
La lista de pagos la completan Eni, Total y BNP Paribas -todos ellos con rendimientos que se sitúan por encima del 5,5 por ciento-, de los cuales solo el banco francés es un comprar.